La película va de uno que cada vez que se pasa de pulsaciones le da la corajina y se pone verde. Pero verde de verdad, hasta los dientes. Entonces el pobre pues no puede ir al gimnasio, ni hacer el fornicio, ni que le dé una torta un portugués desnudo, ni nada.
El hombre va por todo el mundo buscando un jarabe o algo que le cure el bravío y comprando ropa de tallas especiales.
También hay una muchacha morena que es la única que no recibe hostias cuando al otro le da la tremolina. Y el malo, que hace exactamente lo mismo que el bueno: volcar coches.
Además hay un general con bigote que su cara es igual si le pones boca arriba que boca abajo. Eso es lo que le da la calidad a la película.
El maquillaje es muy bueno porque nada más que hay que dar una mano de minio y otra de verde encima.
Te la recomiendo si te gusta el color verde o ver coches volando.
-Ángel Sanchidrián
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