miércoles, 30 de julio de 2025

DINERO O APRENDIZAJE

Un hombre con fama de sabio y que había amasado una gran fortuna le llegó la hora de la jubilación. Desde ese momento, cada día encontraba motivos para invitar a sus numerosos amigos a costosos banquetes, o para hacerles caros regalos.

Pasados unos meses de lujos y derroches, un amigo le dijo:

-Creo que deberías dejar de gastar de ese modo. Aunque tu fortuna es mucha, estás dilapidándola rápidamente, y recuerda que tienes unos hijos que heredarán.

-Precisamente por ellos lo hago- contestó-. La riqueza conseguida sin esfuerzo arruina la capacidad de los inteligentes y agrava la estupidez de los más torpes. Yo, a mis hijos, les he dado la educación y los medios suficientes como para que se construyan un futuro para ellos mismos. La expectativa de disponer de mi patrimonio no sería más que una invitación a que aparecieran la codicia y la indolencia. No necesitan mi dinero para nada, no sería más que un veneno en sus vidas.

Y, en efecto, aquel hombre gastó hasta el último céntimo antes de morir, sin dejar nada a sus vástagos, que tuvieron que amasar fortuna por sus medios.

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