Los celtas sentían que el acebo tenía una fuerte energía masculina pero, en nuestra época, a menudo lo vemos como un símbolo del nacimiento y del poder femenino. Uno de los misterios del arte de la brujería es que puede realizar un equilibrio entre ambas polaridades para llevar a cabo una potente magia o ritual.
Para aprender las lecciones de la polaridad vas a necesitar acebo seco y un lugar donde poder quemar la planta sin peligro. Dedica algún tiempo a sostenerla y a contemplarla, uniéndote a su energía. Permite que la planta te hable, que te cuente sus secretos.
Rómpela en pequeños trozos, como si estuvieras intentando separar las partes femenina y masculina de la planta. Luego, tíralas una a una al fuego mientras cantas:
Acebo de fuego y por el poder del Dios,
Echa chispas para encender el fuego de la Diosa;
La lección es que en uno, dos primero deben ser.
Y permite que este poder se manifieste en mí.
Edain McCoy
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