Una
forma de pensamiento (también conocida como un servidor o una
egrégora) es un elemental artificial que es creado intencionalmente
mediante la visualización y al que se le infunde energía emocional.
Son criaturas inmateriales y están compuestas de sustancia astral, o
éter. Aunque éste es un aspecto de la enseñanza de la magia
contemporánea que se pasa por alto con frecuencia, desde la
antigüedad muchas brujas y otros practicantes de las artes mágicas
han empleado formas de pensamiento. Las formas de pensamiento han
sido descritas como “vórtices” o “centros de energía
psíquica” y pueden adoptar la apariencia de un animal, un humano,
o cualquier tipo de criatura mítica que sus creadores visualicen.
Aunque
son fáciles de crear, pueden ayudar a un practicante de magia en
todas las formas de hechizos, también las sanaciones. Pueden servir
como vigilantes, mensajeros o incluso compañeros (no obstante, una
forma de pensamiento no es lo mismo que un amigo imaginario). Algunas
personas las crean para que protejan sus casas, sus espacios sagrados
y otras áreas.
Las
formas de pensamiento asimismo pueden ser creadas inconscientemente
(incluso por aquellas personas que no creen en las artes mágicas)
cuando emociones intensas (como, por ejemplo, el amor o el odio) son
dirigidas a un individuo específico durante un periodo prolongado.
Las
formas de pensamiento se encuentran en toda la historia del mundo y
pueden ser benéficas, demoníacas o neutrales. Los fantasmas, los
seres angélicos, los animales utilizados por las brujas e incluso
los dioses y diosas de la antigüedad son tipos de formas de
pensamiento. También lo son los infames setenta y dos demonios
goéticos que fueron evocados y confinados por el hechicero rey
Salomón en tiempos pasados.
Cómo
crear una forma de pensamiento.
Las
siguientes instrucciones son para crear una forma de pensamiento
simple para el principiante. Las formas de pensamiento avanzadas
deberíamos dejárselas a las personas con la formación mágica y la
experiencia adecuadas.
En
primer lugar, debes decidir si quieres que tu forma de pensamiento
adopte la forma de un humano, un animal o alguna otra criatura (en la
tradición tibetana, también se conoce a la forma de pensamiento
antropomórfica o zoomórfica como tulpa).
Ten presente el propósito para el que estás creando la forma de
pensamiento y luego elige la forma más adecuada.
A
continuación, encuentra un lugar tranquilo para visualizar tu forma
de pensamiento. Purifícala ritualmente usando sal o un atado de
salvia, haciéndolo arder para que desprenda humo, u otro método con
el que te sientas cómoda. Enciende una vela del color
correspondiente para el propósito de tu forma de pensamiento. Por
ejemplo: el blanco para la protección o la sanación; el rojo para
la fuerza, la pasión o la confrontación; el negro para amarrar
fuerzas negativas y para descruzar; el morado para la sabiduría
oculta y la mejora psíquica; el plateado para el trabajo astral y el
trabajo con los sueños; etc.
Usando
la técnica que funcione mejor para ti, deja que tu mente entre en un
estado alfa. Empieza a respirar rítmicamente y despeja tu mente de
pensamientos mundanos. Cuando te sientas totalmente relajada y seas
incapaz de sentir tu cuerpo físico, estarás preparada para iniciar
la visualización.
Visualiza
una bola de luz flotando en el aire delante de ti, y usa tu voluntad
para hacer que adquiera el color asociado a tu propósito. Una vez
hecho esto, usa tu voluntad para transformar la esfera en la forma
que deseas, teniendo cuidado de no pasar por alto los detalles
pequeños como, por ejemplo, el color del pelo y de los ojos, la
ropa, etc. También puedes equipar tu forma de pensamiento con las
herramientas requeridas para la tarea que debe realizar. Por ejemplo,
una forma de pensamiento que está programada para propósitos de
sanación podría estar equipada con una bolsa de amuletos especial
que contuviera poderosas hierbas medicinales o gemas sanadoras.
Mientras
visualizas, repite tu propósito e infunde a la forma de pensamiento
con toda la energía emocional que puedas producir. Esto se hace
mejor canalizando energía a través del chakra del plexo solar
(entre el ombligo y la base del esternón).
Algunos
practicantes de magia también encuentran que el acto de visualizar
símbolos, como runas o runas ligadas, en sus formas de pensamiento
les proporciona una energía adicional, lo cual les permite llevar a
cabo sus misiones con mayor rapidez y con mucho mejores resultados.
El
siguiente paso es dar un nombre a tu forma de pensamiento. Ésta es
una parte importante del proceso de creación, pues dar nombre a tu
elemental artificial te permitirá ejercitar un mayor control sobre
él. El nombre que elijas debería ser poco común y único, para
impedir que otras personas puedan utilizarlo o convocar a tu forma de
pensamiento. Repite el nombre varias veces, ya sea en voz alta o
telepáticamente.
Ahora,
la forma de pensamiento está lista para ser cargada y enviada a
hacer su trabajo, o ser guardada para un uso futuro. Para esto
último, algunos practicantes prefieren guardar sus formas de
pensamiento en cristales o talismanes. No obstante, una botella
pequeña o caja vacía funcionará bien, especialmente si se ha
inscrito en ella el símbolo elemental correspondiente a la forma de
pensamiento. Para guardar la forma de pensamiento, sostén en tu mano
el objeto en el que deseas guardarla y luego usa tu voluntad para
dirigir la forma de pensamiento a su interior. Después de haberla
depositado en el receptáculo, ponlo en un lugar seguro donde nadie
la moleste. Sostenlo en tu mano a menudo y cárgalo con energía para
evitar que la forma de pensamiento que está en su interior se
disipe.
Se
puede convocar a la forma de pensamiento simplemente pronunciando su
nombre o pensando en él. No te preocupes si no logras ver a la forma
de pensamiento aparecer delante de ti. La mayoría de ellas no son
apreciables a simple vista y pueden ser percibidas únicamente por
aquellas personas dotadas del poder de la visión clarividente.
Aunque quizá no puedas observarla directamente, probablemente serás
capaz de sentir su presencia.
Cómo
cargar y enviar una forma de pensamiento
Ahora
que ya has creado tu forma de pensamiento, ya está lista para ser
cargada y enviada a hacer el trabajo que debes realizar. El mejor
momento para hacerlo es cuando la Luna está en las fases creciente o
llena, ya que estas influencias lunares pueden fortalecer la energía
de tu ritual de carga.
Para
cargar una forma de pensamiento, debes concentrarte en tu propósito
y usar el poder de la energía emocional para dirigir el desenlace
concentrado al elemental artificial. Usar una frase corta compuesta
por no más de 5 palabras, indica telepáticamente a la forma de
pensamiento lo que debe hacer (es mejor que tus órdenes sean simples
porque las formas de pensamiento creadas intencionadamente no
responden bien a las instrucciones complejas y detalladas). Tras
haber dado órdenes a la forma de pensamiento, libérala en el vacío
como el disparo de una bala.
El
éxito (o el fracaso) de una forma de pensamiento depende
principalmente de la fuerza mental y el aura de la persona que la
crea. Como cualquier otro tipo de trabajo mágico, cuanta más
energía y fe pongas en él, mejores serán los resultados que
obtengas. Pero si tu nivel de energía y tu fe en tus habilidades
como practicante de magia son bajos, probablemente lo mejor que
puedes esperar es una forma de pensamiento débil que se desvanecerá
muy rápidamente y logrará muy pocas cosas, si es que logra algo.
En
muchos casos, cuando la forma de pensamiento ha acabado de realizar
su misión o se queda sin energía, se disuelve por sí sola en el
éter. Para evitar que se disipe, debes realizar sesiones de carga
con regularidad. En algunos casos, un vínculo simbiótico entre la
forma de pensamiento y su creador o su blanco también puede
mantenerla cargada. Las formas de pensamiento asimismo pueden
alimentarse de fuentes de energía que no son las de sus creadores, y
regresar para crear estragos. Por este motivo siempre es una buena
idea que deshagas tu forma de pensamiento cuando hayas acabado de
trabajar con ella, o si hubieras creado una por error.
Cómo
deshacer una forma de pensamiento
Cuando
ya no necesites tu forma de pensamiento, deberías deshacerla y
devolver la energía a la Madre Tierra para impedir que su energía
extraviada rebote y produzca efectos no deseados. Para esto, deja que
tu mente entre en un estado alfa en una noche de Luna menguante,
apropiada para la eliminación de cosas no deseadas. Convoca a la
forma de pensamiento llamándola por su nombre y visualizando que
flota en el aire. Luego visualiza que se deshace en el orden inverso
en el que fue construida y se disipa como bruma en el aire. Mientras
lo haces, recita el siguiente conjuro:
Elemental,
me has servido bien.
Ha
llegado el momento de poner fin a este hechizo.
Energía,
deshazte; propósito, dispérsate.
Te
vuelvo a enviar a la tierra.
Se
cumplirá mi voluntad.
Cuanto
más poderosa es una forma de pensamiento, mayor esfuerzo se
requerirá por parte de su creador para deshacerla. Puede que tengas
que repetir el ritual varias veces para eliminar por completo la
forma de pensamiento.
Gerina Dunwich