lunes, 30 de septiembre de 2024
CUANDO ERES PEQUEÑO...
Cuando eres pequeño, la noche te da miedo porque hay monstruos escondidos debajo de la cama. Cuando creces, esos monstruos son diferentes; la inseguridad, la soledad, el arrepentimiento.
Y aunque seas mayor y más sabio, sigues teniéndole miedo a la oscuridad.
Dormir, es lo mas fácil del mundo, solo hay que cerrar los ojos. Pero para muchos de nosotros, el sueño parece fuera de nuestro alcance. Queremos dormir pero no sabemos como lograrlo.
Pero en cuanto nos enfrentamos a nuestros demonios, a nuestros miedos, y buscamos ayuda en los demás, la noche no da tanto miedo, porque nos damos cuenta, de que no estamos solos en la oscuridad.
domingo, 29 de septiembre de 2024
CUANDO EL RELOJ MARCA LA UNA ⏲☠
Cuando
el reloj marca la una,
los esqueletos salen
de la tumba.
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las dos,
los esqueletos se
comen el arroz.
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las tres,
los
esqueletos se toman el café.
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las cuatro,
los esqueletos se
ponen los zapatos.
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las cinco,
los
esqueletos pegan muchos brincos.
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las seis,
los
esqueletos se ponen los jerseys
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las siete,
los
esqueletos se lavan los dientes
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las ocho,
los
esqueletos se comen un bizcocho
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las nueve,
los esqueletos ya
no se mueven
Tumba
tumba, tumbacatatumba
Cuando
el reloj marca las diez,
los
esqueletos ya no se ven
Tumba
tumba, tumbacatatumba.
sábado, 28 de septiembre de 2024
QUIERO SER FELIZ 😊
Cuando dices, “Quiero ser feliz,” ¿qué significa para ti? ¿Qué es la felicidad?
Cuando no estoy atrapada en los enganches del mañana, ni torturada por el pasado; cuando me pierdo y me encuentro en esa singularidad del momento llamado ahora. Donde experimento pasión sin nunca tener que definir “para qué".
Cuando estoy enamorada y estoy colmada de amor, pero no conozco el nombre del amante; cuando comprendo pero no sé qué he comprendido; cuando tengo una respuesta en mis manos pero no sé a qué pregunta corresponde; cuando estoy llena y no sé qué es lo que me llena, y no me importa porque no tengo tiempo.
Estoy envuelto, completamente inmerso en el momento llamado “ahora”.
viernes, 27 de septiembre de 2024
CUANDO CREAS...
"Esperanza Rising" © Pam Munoz Ryan
Angie Aillen Flores
jueves, 26 de septiembre de 2024
CRÁNEO SUBMARINO 💀
Miró con sus pequeños ojos, sus grandes cuencas vacías. Le invadió la pena, por todo lo que había sido, por lo que en ese instante representaba. Se conmovió ante su frágil desnudez, vestida de sucio blanco, por el paso de un tiempo expuesta al raso. A las inclemencias de la meteorología y del olvido, sobre todo de él, del olvido, donde ya nada queda de todo lo que fuimos. Le preguntó en silencio, esperando una contestación callada.
- Dime que haces aquí, en medio de todo, sola y abandonada.
-
En verdad que no tengo respuesta, o tal vez no quiera saberla.
Se
sintió culpable de su belleza ante tanta desgracia. Ante el desamor
que veía y el amor que sobre sus alas cargaba. Lloró las lágrimas
que ella ya no podía y decidió en un intento de aliviar su pena
oler las flores, supliendo de esta manera, la falta de olfato de ese
ser allí postrado. Beber el agua cristalina, para que su boca
se sintiera menos seca. Acariciar la suavidad de la hierba, en
honor a sus carentes manos. Rebosó su cuerpo de mucho y se lo dio
para que nada le faltará. Posándose en ella, escuchó un
silencioso murmullo.
-
Gracias.
-
¿Por qué?
-
Por tu hermoso regalo.
-
Yo no te di tanto.
-
Sí que me lo has dado, ya que aún, estando muerta, me he sentido
otra vez viva.
Se
quedó allí feliz, mirándola con sus pequeños ojos, para llenar
sus grandes cuencas vacías.
Fin.
miércoles, 25 de septiembre de 2024
COSTUMBRES EN LA ROMA DE LOS REYES
Surgido de estos humildes comienzos, el poder de Roma se acrecentó por etapas y terminó, en tres o cuatro siglos, extendiéndose por toda la Italia peninsular. Pero el corazón de este imperio fue siempre la ciudad agrícola establecida entre el país sabino, las mesetas del Lacio y las colinas que bordean, hacia el Sur, el país etrusco y dominan la orilla derecha del Tíber. La ciudad de Roma es un centro político y comercial adonde se viene al mercado cada nueve días, pero donde durante mucho tiempo los ciudadanos de rango elevado no tendrán morada permanente. La vida cotidiana se desarrolla en las tierras aledañas, y es a las granjas a donde se va a buscar a los magistrados elegidos para los Comicios; cultivando los campos los jóvenes romanos adquieren la resistencia que manifiestan en el combate. Y hasta el final, muchos detalles recurrentes de las costumbres sólo encontrarán explicación en los orígenes campesinos.
Es muy posible que en el transcurso de los primeros siglos de su historia, los romanos de vieja estirpe no hayan conocido la propiedad individual. Las tierras eran poseídas por el clan (las gentes), es decir, un conjunto de familias proveniente de un antepasado común. Estas tierras se componían de dos partes, una, común a todos los miembros de la gens, para los rebaños, por ejemplo, o la explotación forestal. La otra se dividía en lotes relativamente pequeños atribuidos a cada casa y estaban destinados a subvenir las necesidades particulares de la familia. Se cultivaba en este recinto familiar, en cuyo centro se erigía la casa.
Bajo la acción de influencias que desconocemos, pero en las cuales conviene, sin embargo, reconocer un papel preponderante a Etruria, se abandona la cabaña redonda de los pastores latinos. En su lugar surge primero una cabaña rectangular, elemento alrededor del cual se organiza un conjunto complejo. Puesto que la familia consta no sólo del padre y de la madre sino también de los hijos casados y de los sirvientes, rápidamente se vuelve necesaria la yuxtaposición de varias cabañas dentro de un mismo recinto. Se obtiene así una morada formada, según un plan inmutable, por células elementales (fig. 1). En el eje de la entrada, más allá del patio central, se encuentra el tablinam, en donde duermen, sobre el lectus genlalis, el padre y la madre de familia. Esta pieza es particularmente santa, puesto que de ella emana la fecundidad y la autoridad. Aquí se celebra el culto doméstico; aquí los dioses familiares -el Lar y los dos Penates- tienen su capilla: se trata en general de una especie de alacena, una concavidad practicada en el muro que se cierra con dos hojas. Allí reside el Genius del padre de familia, es decir, su demonio protector y la personificación de su ser místico. Del tablinuin, un pasaje conduce hacia el campo familiar, el hortus, en donde la granjera cultiva sus legumbres. A lo largo de la empalizada o de los muros que forman el resto del recinto, se alinean otras cabañas dejando libre un área central, que es el patio destinado a las necesidades de la explotación agrícola.
Este tipo de casa rústica, adaptado a un sistema social de carácter patriarcal, persistirá durante mucho tiempo, en el campo, bajo una forma apenas evolucionada, en las villae rusticae. Pero, transportado a la ciudad, se cerrará más sobre sí mismo -pues, en la ciudad, el terreno es raro y precioso- y finalmente dará nacimiento a la casa romana clásica: el patio central, reducido a la dimensión de una simple pieza, se convertirá en el atrium, tan característico de la morada romana tal como se la describe generalmente. El atrium es esencialmente una pieza a cielo abierto, alrededor de la cual se ordenan los demás apartamentos. El espacio que queda descubierto lleva el nombre de compluvium puesto que abre un libre pasaje a las aguas de las lluvias. Estas se recogían en un estanque central, o impluvium, generalmente en comunicación con una cisterna subterránea. El impluvium, necesario a causa de la abertura del techo, no es otra cosa que el heredero y lejano sucesor de la charca adonde, en la granja primitiva, venía a abrevar el ganado. La parte del atrium que no estaba ocupada por el impluvium formaba cuatro pasajes embaldosados sobre los que se abrían las diferentes piezas de habitación y de servicio. Cerca de la puerta de entrada, los cuartitos de los servidores, los almacenes de las provisiones; luego, los cuartos de los miembros más jóvenes de la familia; firmemente, inmutable, en el sitio de honor, el tablinun.
Es posible que esta evolución no haya sido tan simple como el esquema que acabamos de trazar, y que haya existido, en algunas regiones italianas, una «casilla» rectangular en cuyo techo hubiera una chimenea central ampliamente abierta. Y a veces se admite que el atrium clásico resultaría de una ampliación de esta cabaña primitiva. Es posible que este tipo haya ejercido una acción en la historia de la casa urbana contribuyendo a reunir los elementos diversos de la misma, pero es bastante inverosímil que sea su único modelo y ancestro. Toda la historia de la arquitectura domestica romana muestra que la casa de ciudad no es una ampliación de una «choza» rústica, sino una adaptación y una reducción de las granjas del campo.
El mobiliario de esta casa era aún extremadamente simple: las camas seguramente consistían en simples vellones extendidos en el suelo; las mantas, groseras telas de lana hiladas, tejidas por las mujeres de la familia (1as hijas y las sirvientas); las mesas, tablas colocadas sobre tres o cuatro «patas». Se cocinaba en pequeñas cocinillas que funcionaban a carbón de madera, parecidas a las que aún hoy se utilizan en toda la cuenca del Mediterráneo, desde Marruecos hasta las Cícladas: simple recipiente de tierra cocida, perforado de agujeros para el tiro, en el que el fuego se activa con un abanico de paja trenza. Este hogar primitivo persistirá a través de toda la antigüedad, al menos dentro de la gente modesta, y más tarde constituirá un riesgo permanente de incendio en los apartamentos urbanos. El clima italiano, que no cuenta con muchos días verdaderamente fríos, hace que no sea necesaria la calefacción permanente. Algunos braseros, un luego encendido en el patio, les permitía pasar relativamente bien los períodos menos clementes. Incluso más tarde, cuando los progresos del lujo harán más imperiosa la necesidad de confort, las casas italianas sólo tendrán calefacción en los baños.
Los utensilios domésticos consistían en recipientes de tierra cocida, generalmente fabricados en el dominio con la greda que abunda en el suelo. Platos redondos, copas de barniz negro o rojo pálido, muy diferentes de los elegantes recipientes que en la misma época producían los talleres de Atenas o Corinto. La vasija griega, tal como lo prueban los descubrimientos arqueológicos, no es desconocida, pero es relativamente rara y, después de iniciarse el siglo Y, parece haberse hecho aún más rara, como si el Lacio, liberado de la tinta de los reyes, se hubiera encontrado al mismo tiempo al margen de las grandes corrientes del comercio mediterráneo. La platería, sin ser totalmente ignorada, era de uso muy restringido; un solo objeto de plata en las casas campesinas: el salero en el que antes de cada comida se recogía la ofrenda de algunos granos de sal para las divinidades domésticas.
El alimento cotidiano consistía esencialmente en hortalizas hervidas. La col, según Catón, se encontraba a menudo en la mesa familiar. En los jardines se cultivaban distintas especias y se aseguraba que poseían todas las virtudes: proporcionaban buenas digestiones, calmaban los dolores de estómago y de cabeza, eran útiles contra la fiebre (receta particularmente apreciada en estos países en donde ya aparece la malaria) y, sobre todo, no costaban caras. Para sazonarlo se le agregaba un poco de carne de cerdo. Los bosques de roble ayudaban a engordar las piaras que vivían en libertad alrededor de la granja. Los bueyes, preciosos para el arado, se reservaban como víctimas para los sacrificios solemnes. Una vez que las entrañas se consumían en el altar había una orgía de carne entre los celebrantes. Pero tales oportunidades eran raras. Habitualmente, el tocino y el jamón son los únicos condimentos que se utilizan. No se desconoce el arte de fabricar queso corno tampoco los productos de aves de corral. El ideal del buen "padre de familia" es vender sin nunca comprar. Lo que sucede con el alimento también se produce con los instrumentos agrícolas. Durante las jornadas de invierno, los servidores, el propio amo y sus hijos, reparan los yugos, las azadas; trenzan zarzos y ceotos con hojas de sauces o mimbres que se plantan en las extremidades de las parcelas para este uso. Se va a la ciudad -fuera de la participación en asambleas políticas y en los tribunales- sólo para llevar al mercado el excedente de los productos del dominio.
Junto al amo viven algunos esclavos: se trata a veces de prisioneros capturados en alguna guerra, demasiado pobres como para pagar la suma necesaria para ser libres, puesto que en su pueblo natal, en Samnio o en Umbría, llevaban también una vida muy pobre. Perdieron su libertad y dependen en todo del amo, pero su condición material no es demasiado diferente de la de antaño. El amo trabaja como ellos, juntos labran la tierra; su mesa no es menos frugal que la suya, y durante el tiempo que duran sus servicios, se los conserva, se los cuida, se los cura. tras lo cual, sin duda, él «buen padre de familia» que es Catón pretende que se los venda como bocas inútiles. Pero, ¿cuántas veces este consejo se siguió realmente? Parece, en cambio, que la vida en común terminó por crear una suerte de intimidad entre el amo y su esclavo. Muchos sirvientes nacieron en la casa, hijos de una esclava y de uno de sus compañeros de esclavitud; algún incluso mantienen lazos más estrechos aún con la familia del amo, y no es raro que el esclavo pase la vida entera en la granja, en la cual no lo retiene solamente su condición jurídica sino que encuentra allí su verdadero medio.
"La vida en la Roma antigua". Pierre Grimal. Paidós
martes, 24 de septiembre de 2024
COSAS PARA RECORDAR SIEMPRE
Tu presencia es un regalo para el mundo. Eres una persona única en un millón.
Tu vida puede ser como tu quieras que sea. Vive cada día con intensidad.
Cuenta tus alegrías, no tus desdichas. Lucha contra la adversidad que se te presente.
Dentro de tí hay infinitas respuestas. Comprende, ten coraje, se fuerte.
No te impongas límites. ¡Hay tantos sueños que esperan ser realizados!
Las decisiones son tan importantes para librarlas al azar. Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.
No hay nada tan desgastante como las preocupaciones. Mientras más carguemos con un problema, más pesado se hace. No te tomes las cosas con tanta seriedad.
Vive una vida de serenidad, no de lamentos.
Recuerda que un poco de amor recorre largos caminos. Recuerda que mucho es para siempre.
Recuerda que la amistad es una sabia inversión. Los tesoros de la vida son personas unidas.
Nunca es tarde. Transforma lo cotidiano en extraordinario.
Ten salud, esperanza y felicidad. Pídele un deseo a una estrella.
Y jamás olvides: ni siquiera por un día, cuan especial eres.
lunes, 23 de septiembre de 2024
CORTA DE UNA VEZ
CORTA DE UNA VEZ CON ESO QUE NO TE DEJA AVANZAR, RENUEVATE PARA ENFRENTAR EL CAMBIO.
EL FIN DE ALGO SIEMPRE ES EL INICIO DE OTRA COSA; NO TE DEJES VENCER POR EL TEDIO, TOMA EL CONTROL DEL TIMON Y RECUERDA QUE INCLUSO DESPUES DE LA NOCHE MAS OSCURA SIEMPRE SALE EL SOL.
domingo, 22 de septiembre de 2024
COPLAS DE DON JORGE MANRIQUE POR LA MUERTE DE SU PADRE
Recuerde el alma
dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo
se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan
callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después
de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.
II
Pues
si vemos lo presente
cómo en un punto s'es ido
e
acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por passado.
Non se engañe nadi, no,
pensando que ha
de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de passar
por tal manera.
III
Nuestras
vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
qu'es el
morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros
medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los
que viven por sus manos
e los ricos.
INVOCACIÓN
IV
Dexo
las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
non curo de sus ficciones,
que traen yerbas secretas
sus sabores.
Aquél sólo m'encomiendo,
Aquél sólo
invoco yo
de verdad,
que en este mundo viviendo,
el
mundo non conoció
su deidad.
V
Este
mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
sin
pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientra
vivimos,
e llegamos
al tiempo que feneçemos;
assí
que cuando morimos,
descansamos.
VI
Este
mundo bueno fue
si bien usásemos dél
como debemos,
porque, segund nuestra fe,
es para ganar aquél
que atendemos.
Aun aquel fijo de Dios
para sobirnos al
cielo
descendió
a nescer acá entre nos,
y a
vivir en este suelo
do murió.
VII
Si
fuesse en nuestro poder
hazer la cara hermosa
corporal,
como podemos hazer
el alma tan glorïosa
angelical,
¡qué diligencia tan viva
toviéramos toda
hora
e tan presta,
en componer la cativa,
dexándonos
la señora
descompuesta!
VIII
Ved
de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y
corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdemos.
Dellas deshaze la edad,
dellas
casos desastrados
que acaeçen,
dellas, por su
calidad,
en los más altos estados
desfallescen.
IX
Dezidme:
La hermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
la
color e la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se
para?
Las mañas e ligereza
e la fuerça corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega el arrabal
de senectud.
X
Pues
la sangre de los godos,
y el linaje e la nobleza
tan
crescida,
¡por cuántas vías e modos
se pierde su grand
alteza
en esta vida!
Unos, por poco valer,
por
cuán baxos e abatidos
que los tienen;
otros que, por
non tener,
con oficios non debidos
se mantienen.
XI
Los
estados e riqueza,
que nos dexen a deshora
¿quién lo
duda?,
non les pidamos firmeza.
pues que son d'una señora;
que se muda,
que bienes son de Fortuna
que
revuelven con su rueda
presurosa,
la cual non puede
ser una
ni estar estable ni queda
en una cosa.
XII
Pero
digo c'acompañen
e lleguen fasta la fuessa
con su
dueño:
por esso non nos engañen,
pues se va la vida
apriessa
como sueño,
e los deleites d'acá
son,
en que nos deleitamos,
temporales,
e los tormentos
d'allá,
que por ellos esperamos,
eternales.
XIII
Los
plazeres e dulçores
desta vida trabajada
que tenemos,
non son sino corredores,
e la muerte, la çelada
en que caemos.
Non mirando a nuestro daño,
corremos a
rienda suelta
sin parar;
desque vemos el engaño
y
queremos dar la vuelta
no hay lugar.
XIV
Esos
reyes poderosos
que vemos por escripturas
ya passadas
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas;
assí, que no hay cosa fuerte,
que a
papas y emperadores
e perlados,
assí los trata la
muerte
como a los pobres pastores
de ganados.
XV
Dexemos
a los troyanos,
que sus males non los vimos,
ni sus
glorias;
dexemos a los romanos,
aunque oímos e leímos
sus hestorias;
non curemos de saber
lo d'aquel siglo
passado
qué fue d'ello;
vengamos a lo d'ayer,
que
también es olvidado
como aquello.
XVI
¿Qué
se hizo el rey don Joan?
Los infantes d'Aragón
¿qué
se hizieron?
¿Qué fue de tanto galán,
qué de tanta
invinción
como truxeron?
¿Fueron sino
devaneos,
qué fueron sino verduras
de las eras,
las
justas e los torneos,
paramentos, bordaduras
e
çimeras?
XVII
¿Qué
se hizieron las damas,
sus tocados e vestidos,
sus
olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos
encendidos
d'amadores?
¿Qué se hizo aquel
trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué
se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que
traían?
XVIII
Pues
el otro, su heredero
don Anrique, ¡qué poderes
alcançaba!
¡Cuánd blando, cuánd halaguero
el mundo con
sus plazeres
se le daba!
Mas verás cuánd
enemigo,
cuánd contrario, cuánd cruel
se le mostró;
habiéndole sido amigo,
¡cuánd poco duró con él
lo que le dio!
XIX
Las
dávidas desmedidas,
los edeficios reales
llenos
d'oro,
las vaxillas tan fabridas
los enriques e reales
del tesoro,
los jaezes, los caballos
de sus gentes e
atavíos
tan sobrados
¿dónde iremos a buscallos?;
¿qué fueron sino rocíos
de los prados?
XX
Pues
su hermano el innocente
qu'en su vida sucesor
se llamó
¡qué corte tan excellente
tuvo, e cuánto grand señor
le siguió!
Mas, como fuesse mortal,
metióle la
Muerte luego
en su fragua.
¡Oh jüicio divinal!,
cuando más ardía el fuego,
echaste agua.
XXI
Pues
aquel grand Condestable,
maestre que conoscimos
tan
privado,
non cumple que dél se hable,
mas sólo como lo
vimos
degollado.
Sus infinitos tesoros,
sus
villas e sus lugares,
su mandar,
¿qué le fueron sino
lloros?,
¿qué fueron sino pesares
al dexar?
XXII
E
los otros dos hermanos,
maestres tan prosperados
como
reyes,
c'a los grandes e medianos
truxieron tan sojuzgados
a sus leyes;
aquella prosperidad
qu'en tan alto fue
subida
y ensalzada,
¿qué fue sino claridad
que
cuando más encendida
fue amatada?
XXIII
Tantos
duques excelentes,
tantos marqueses e condes
e varones
como vimos tan potentes,
dí, Muerte, ¿dó los escondes,
e traspones?
E las sus claras hazañas
que hizieron en
las guerras
y en las pazes,
cuando tú, cruda,
t'ensañas,
con tu fuerça, las atierras
e desfazes.
XXIV
Las
huestes inumerables,
los pendones, estandartes
e
banderas,
los castillos impugnables,
los muros e balüartes
e barreras,
la cava honda, chapada,
o
cualquier otro reparo,
¿qué aprovecha?
Cuando tú
vienes airada,
todo lo passas de claro
con tu flecha.
XXV
Aquel
de buenos abrigo,
amado, por virtuoso,
de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
e
tan valiente;
sus hechos grandes e claros
non cumple que los
alabe,
pues los vieron;
ni los quiero hazer caros,
pues qu'el mundo todo sabe
cuáles fueron.
XXVI
Amigo
de sus amigos,
¡qué señor para criados
e parientes!
¡Qué enemigo d'enemigos!
¡Qué maestro d'esforçados
e valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia
para donosos!
¡Qué razón!
¡Qué benino a los
sujetos!
¡A los bravos e dañosos,
qué león!
XXVII
En
ventura, Octavïano;
Julio César en vencer
e
batallar;
en la virtud, Africano;
Aníbal en el saber
e trabajar;
en la bondad, un Trajano;
Tito en
liberalidad
con alegría;
en su braço, Aureliano;
Marco Atilio en la verdad
que prometía.
XXVIII
Antoño
Pío en clemencia;
Marco Aurelio en igualdad
del
semblante;
Adriano en la elocuencia;
Teodosio en humanidad
e buen talante.
Aurelio Alexandre fue
en desciplina e
rigor
de la guerra;
un Constantino en la fe,
Camilo
en el grand amor
de su tierra.
XXIX
Non
dexó grandes tesoros,
ni alcançó muchas riquezas
ni
vaxillas;
mas fizo guerra a los moros
ganando sus fortalezas
e sus villas;
y en las lides que venció,
cuántos moros e cavallos
se perdieron;
y en este
oficio ganó
las rentas e los vasallos
que le dieron.
XXX
Pues
por su honra y estado,
en otros tiempos passados
¿cómo
s'hubo?
Quedando desamparado,
con hermanos e criados
se sostuvo.
Después que fechos famosos
fizo en esta
misma guerra
que hazía,
fizo tratos tan honrosos
que
le dieron aun más tierra
que tenía.
XXXI
Estas
sus viejas hestorias
que con su braço pintó
en
joventud,
con otras nuevas victorias
agora las renovó
en senectud.
Por su gran habilidad,
por méritos e
ancianía
bien gastada,
alcançó la dignidad
de
la grand Caballería
dell Espada.
XXXII
E
sus villas e sus tierras,
ocupadas de tiranos
las
halló;
mas por çercos e por guerras
e por fuerça de sus
manos
las cobró.
Pues nuestro rey natural,
si
de las obras que obró
fue servido,
dígalo el de
Portogal,
y, en Castilla, quien siguió
su partido.
XXXIII
Después
de puesta la vida
tantas vezes por su ley
al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
verdadero;
después de tanta hazaña
a que non puede
bastar
cuenta cierta,
en la su villa d'Ocaña
vino
la Muerte a llamar
a su puerta,
XXXIV
diziendo:
"Buen caballero,
dexad el mundo engañoso
e su
halago;
vuestro corazón d'azero
muestre su esfuerço famoso
en este trago;
e pues de vida e salud
fezistes
tan poca cuenta
por la fama;
esfuércese la virtud
para sofrir esta afruenta
que vos llama."
XXXV
"Non
se vos haga tan amarga
la batalla temerosa
qu'esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama glorïosa
acá dexáis.
Aunqu'esta vida d'honor
tampoco
no es eternal
ni verdadera;
mas, con todo, es muy
mejor
que la otra temporal,
peresçedera."
XXXVI
"El
vivir qu'es perdurable
non se gana con estados
mundanales,
ni con vida delectable
donde moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con
oraciones
e con lloros;
los caballeros famosos,
con
trabajos e aflicciones
contra moros."
XXXVII
"E
pues vos, claro varón,
tanta sangre derramastes
de
paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganastes
por las manos;
e con esta confiança
e con la fe tan entera
que tenéis,
partid con buena esperança,
qu'estotra
vida tercera
ganaréis."
[Responde el Maestre:]
XXXVIII
"Non
tengamos tiempo ya
en esta vida mesquina
por tal modo,
que mi voluntad está
conforme con la divina
para
todo;
e consiento en mi morir
con voluntad plazentera,
clara e pura,
que querer hombre vivir
cuando Dios
quiere que muera,
es locura."
[Del maestre a Jesús]
XXXIX
"Tú
que, por nuestra maldad,
tomaste forma servil
e baxo
nombre;
tú, que a tu divinidad
juntaste cosa tan vil
como es el hombre;
tú, que tan grandes tormentos
sofriste
sin resistencia
en tu persona,
non por mis
merescimientos,
mas por tu sola clemencia
me perdona".
FIN
XL
Assí,
con tal entender,
todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos e hermanos
e
criados,
dio el alma a quien gela dio
(el cual la
ponga en el cielo
en su gloria),
que aunque la vida
perdió,
dexónos harto consuelo
su memoria.
sábado, 21 de septiembre de 2024
CONTRARIAMENTE...
Según nuestra manera de ser y del grado de conocimiento que tengamos sobre la realidad y trascendencia de nuestro ser, daremos un determinado sentido a las cosas y en vez de hacer de la vida un valle de lágrimas; podemos hacer que sea un lugar maravilloso donde vivir todo tipo de experiencias, necesarias para nuestro crecimiento personal y espiritual.
viernes, 20 de septiembre de 2024
CONTEMPLANDO EL PAISAJE
Allí, donde la montaña se confunde con el firmamento, donde uno no sabe si esta en la tierra o en el cielo, donde las montañas parecen hechas de algún material perfecto que si miras con detenimiento veras en ellas los colores completos del arco iris, y se mezclan tantas cosas para formar un cuadro pintado con el más maravilloso pincel y las más increíbles pinturas.
Ver por ejemplo que en cada árbol las flores y los frutos son la ofrenda viva de Dios para que nosotros sus criaturas vibremos de alegría, satisfechos con solo mirar estas maravillas, ver una sinfonía de flores, de aves, de colores; y escuchar murmullos que hacen que el espíritu descanse y se sumerja en un increíble éxtasis de paz, de amor, de vida, de luz, aquí donde la naturaleza aún no ha sido contaminada.
Ver nacer el agua pura brotando de un montón de rocas, saliendo de las entrañas de la madre tierra, con la transparencia de un fino cristal, a tu lado puedes tomar si tienes hambre o sed el fruto que apetezcas, y sentarte bajo la sombra del árbol que te da de comer para dormir plácidamente bajo sus ramas protectoras mientras el viento acaricia tu rostro y suaviza la temperatura como si fuera el más suave de los abrigos...
Y entonces duermes como un bebé abrazado por la madre tierra y ya no quieres volver a despertar. Esta es la tierra que vio nacer a mis abuelos y a mis padres, un regalo de Dios, el más hermoso regalo que he recibido en mucho tiempo.
jueves, 19 de septiembre de 2024
CONOZCO A UN MAESTRO
Conozco a un Maestro que...
Vive en el aquí y el ahora. Come cuando tiene hambre. Duerme cuando tiene sueño. Sabe escuchar. Sabe callar. No juzga. Muestra su alegría sin objeto permanentemente. Siempre tiene ganas de servir al otro. Es espontáneo como un niño. Sabe poner límites a la invasión del propio espacio sin llegar a dañar al otro. Expresa ternura sin condiciones. No busca la venganza.
En definitiva: me encanta mi perro.
miércoles, 18 de septiembre de 2024
COMPARTIR
Compartir es multiplicar.
Damos, damos y damos incansablemente, con amor.
Siendo dadores alegres, y vemos con nuestros propios ojos como se multiplica lo que vamos dando.
Así que amig@s... amor y más amor.
martes, 17 de septiembre de 2024
COJONES
Un ejemplo de la riqueza del castellano es el número de acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada, que hace referencia a los atributos masculinos: cojones.
Si va acompañado de un numeral tiene significados distintos, según el número utilizado. Así, uno significa caro o costoso (valía un cojón), dos significa valentía (tiene dos cojones), 3 significa desprecio (me importa tres cojones), un número muy grande y par significa dificultad (lograrlo me costó 100 pares de cojones).
El verbo cambia el significado. Tener significa valentía (aquella persona tiene cojones), aunque en admiración puede indicar sorpresa (¡Tiene cojones!); poner expresa un reto, especialmente si se ponen en algunos lugares (puso los cojones sobre la mesa). Se los utiliza para apostar (me corto los cojones) o para amenazar (te corto los cojones).
El tiempo del verbo utilizado cambia el significado de la frase. El presente indica molestia o hastío (Me toca los cojones); el reflexivo significa vagancia (se toca los cojones), pero el imperativo significa sorpresa (¡Tócate los cojones!).
Los prefijos y sufijos modulan su significado; a- expresa miedo (acojonado), des- significa reírse (descojonarse), -udo significa perfección (cojonudo), pero –azo se refiere a la indolencia o abulia (cojonazos).
Las preposiciones matizan la expresión: de significa éxito (me salió de cojones) o cantidad (hacía un frío de cojones); por expresa voluntariedad (lo haré por cojones), pero con indica valor (era un hombre con cojones) y sin la cobardía (era un hombre sin cojones).
El color, la forma o la simple textura o tamaño aportan significado. El color violeta expresa frío (tengo los cojones morados); la forma, el cansancio (tenía los cojones cuadrados); pero el desgaste implica experiencia (tenía los cojones pelados de repetirlo). Son importantes el tamaño y la posición (tenía dos cojones grandes y bien plantados); sin embargo hay un tamaño máximo que no puede superarse (tiene los cojones como el caballo del Cid); porque indica torpeza o vagancia (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos e incluso necesita una carretilla para llevarlos).
La interjección ¡cojones! significa sorpresa y cuando se halla perplejo los solicita (¡manda cojones!). En ese lugar reside la voluntad y de allí surgen las órdenes (me sale de los cojones).
En resumen, será difícil encontrar una palabra en castellano o en otros idiomas con mayor número de acepciones.
Enrique Seoane