lunes, 30 de septiembre de 2024

MARIPOSA 🦋

CUANDO ERES PEQUEÑO...

Cuando eres pequeño, la noche te da miedo porque hay monstruos escondidos debajo de la cama. Cuando creces, esos monstruos son diferentes; la inseguridad, la soledad, el arrepentimiento.
Y aunque seas mayor y más sabio, sigues teniéndole miedo a la oscuridad. 

Dormir, es lo mas fácil del mundo, solo hay que cerrar los ojos. Pero para muchos de nosotros, el sueño parece fuera de nuestro alcance. Queremos dormir pero no sabemos como lograrlo.

Pero en cuanto nos enfrentamos a nuestros demonios, a nuestros miedos, y buscamos ayuda en los demás, la noche no da tanto miedo, porque nos damos cuenta, de que no estamos solos en la oscuridad.

domingo, 29 de septiembre de 2024

CUANDO EL RELOJ MARCA LA UNA ⏲☠

Cuando el reloj marca la una,
los esque­le­tos salen de la tumba.
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las dos,
los esque­le­tos se comen el arroz.
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las tres,
los esque­le­tos se toman el café.
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las cua­tro,
los esque­le­tos se ponen los zapa­tos.
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las cinco,
los esque­le­tos pegan muchos brin­cos.
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las seis,
los esque­le­tos se ponen los jer­seys
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las siete,
los esque­le­tos se lavan los dien­tes
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las ocho,
los esque­le­tos se comen un biz­co­cho
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las nueve,
los esque­le­tos ya no se mue­ven
Tumba tumba, tumbacatatumba


Cuando el reloj marca las diez,
los esque­le­tos ya no se ven
Tumba tumba, tumbacatatumba.

sábado, 28 de septiembre de 2024

QUIERO SER FELIZ 😊

Cuando dices, “Quiero ser feliz,” ¿qué significa para ti? ¿Qué es la felicidad?

Cuando no estoy atrapada en los enganches del mañana, ni torturada por el pasado; cuando me pierdo y me encuentro en esa singularidad del momento llamado ahora. Donde experimento pasión sin nunca tener que definir “para qué".

Cuando estoy enamorada y estoy colmada de amor, pero no conozco el nombre del amante; cuando comprendo pero no sé qué he comprendido; cuando tengo una respuesta en mis manos pero no sé a qué pregunta corresponde; cuando estoy llena y no sé qué es lo que me llena, y no me importa porque no tengo tiempo.

Estoy envuelto, completamente inmerso en el momento llamado “ahora”.

viernes, 27 de septiembre de 2024

CUANDO CREAS...

"Esperanza Rising" © Pam Munoz Ryan

Cuando creas que no manan las fuentes
y se secaron los ríos
que sus riberas no se llenaron de aromas
y sus arboles
no visten su manto en primavera
no busques en las sombras sus ceibas
no todo esta perdido

Cuando imagines que el camino ya se ha ido
y atrás solo quedan los restos
de un pasado feliz
no te ocultes en las sombras
de ese mundo que detestas

Abre tus alas y vuela como áurea mariposa
que reverdezca tu corazón
y echen brotes tus anhelos
elévate cual viajero cargado de ilusiones
y en un carruaje tirado por divinos dioses
recorre los senderos de la esperanza
esos... donde anidan los sueños

Cuando desde lo alto veas
otra alfombra de mil colores cubierta
vuela hacia ella, no temas la caída
liba el néctar de tus flores
que abrirán para ti sus corolas

y cuando la noche descienda
a contarte sus misterios
mientras el sol bosteza
entreteje en el cielo estrellas
y pinta de color pastel tu luna llena.

                                                                                                                     Angie Aillen Flores

jueves, 26 de septiembre de 2024

CRÁNEO SUBMARINO 💀

Miró con sus pequeños ojos, sus grandes cuencas vacías. Le invadió la pena, por todo lo que había sido, por lo que en ese instante representaba. Se conmovió ante su frágil desnudez, vesti­da de sucio blanco, por el paso de un tiempo expuesta al raso. A las inclemencias de la meteoro­logía y del olvido, sobre todo de él, del olvido, donde ya nada queda de todo lo que fuimos. Le preguntó en silencio, esperando una contestación callada.

    - Dime que haces aquí, en medio de todo, sola y abandonada.


    - En verdad que no tengo respuesta, o tal vez no quiera saberla. 


    Se sintió culpable de su belleza ante tanta desgracia. Ante el desamor que veía y el amor que sobre sus alas cargaba. Lloró las lágrimas que ella ya no podía y decidió en un intento de aliviar su pena oler las flores, supliendo de esta manera, la falta de olfato de ese ser allí postrado. Be­ber el agua cristalina, para que su boca se sintiera menos seca. Acariciar la suavidad de la hier­ba, en honor a sus carentes manos. Rebosó su cuerpo de mucho y se lo dio para que nada le fal­tará. Posándose en ella, escuchó un silencioso murmullo.


    - Gracias.


    - ¿Por qué?


    - Por tu hermoso regalo.


    - Yo no te di tanto.


    - Sí que me lo has dado, ya que aún, estando muerta, me he sentido otra vez viva.


    Se quedó allí feliz, mirándola con sus pequeños ojos, para llenar sus grandes cuencas vacías.

    Fin.

Maria Martinez Diosdado

miércoles, 25 de septiembre de 2024

COSTUMBRES EN LA ROMA DE LOS REYES

Surgido de estos humildes comienzos, el poder de Roma se acrecentó por etapas y terminó, en tres o cuatro siglos, extendiéndose por toda la Italia peninsular. Pero el corazón de este imperio fue siempre la ciudad agrícola establecida entre el país sabino, las mesetas del Lacio y las colinas que bordean, hacia el Sur, el país etrusco y dominan la orilla derecha del Tíber. La ciudad de Roma es un centro político y comercial adonde se viene al mercado cada nueve días, pero donde durante mucho tiempo los ciudadanos de rango elevado no tendrán morada permanente. La vida cotidiana se desarrolla en las tierras aledañas, y es a las granjas a donde se va a buscar a los magistrados elegidos para los Comicios; cultivando los campos los jóvenes romanos adquieren la resistencia que manifiestan en el combate. Y hasta el final, muchos detalles recurrentes de las costumbres sólo encontrarán explicación en los orígenes campesinos.

Es muy posible que en el transcurso de los primeros siglos de su historia, los romanos de vieja estirpe no hayan conocido la propiedad individual. Las tierras eran poseídas por el clan (las gentes), es decir, un conjunto de familias proveniente de un antepasado común. Estas tierras se componían de dos partes, una, común a todos los miembros de la gens, para los rebaños, por ejemplo, o la explotación forestal. La otra se dividía en lotes relativamente pequeños atribuidos a cada casa y estaban destinados a subvenir las necesidades particulares de la familia. Se cultivaba en este recinto familiar, en cuyo centro se erigía la casa.

Bajo la acción de influencias que desconocemos, pero en las cuales conviene, sin embargo, reconocer un papel preponderante a Etruria, se abandona la cabaña redonda de los pastores latinos. En su lugar surge primero una cabaña rectangular, elemento alrededor del cual se organiza un conjunto complejo. Puesto que la familia consta no sólo del padre y de la madre sino también de los hijos casados y de los sirvientes, rápidamente se vuelve necesaria la yuxtaposición de varias cabañas dentro de un mismo recinto. Se obtiene así una morada formada, según un plan inmutable, por células elementales (fig. 1). En el eje de la entrada, más allá del patio central, se encuentra el tablinam, en donde duermen, sobre el lectus genlalis, el padre y la madre de familia. Esta pieza es particularmente santa, puesto que de ella emana la fecundidad y la autoridad. Aquí se celebra el culto doméstico; aquí los dioses familiares -el Lar y los dos Penates- tienen su capilla: se trata en general de una especie de alacena, una concavidad practicada en el muro que se cierra con dos hojas. Allí reside el Genius del padre de familia, es decir, su demonio protector y la personificación de su ser místico. Del tablinuin, un pasaje conduce hacia el campo familiar, el hortus, en donde la granjera cultiva sus legumbres. A lo largo de la empalizada o de los muros que forman el resto del recinto, se alinean otras cabañas dejando libre un área central, que es el patio destinado a las necesidades de la explotación agrícola.

Este tipo de casa rústica, adaptado a un sistema social de carácter patriarcal, persistirá durante mucho tiempo, en el campo, bajo una forma apenas evolucionada, en las villae rusticae. Pero, transportado a la ciudad, se cerrará más sobre sí mismo -pues, en la ciudad, el terreno es raro y precioso- y finalmente dará nacimiento a la casa romana clásica: el patio central, reducido a la dimensión de una simple pieza, se convertirá en el atrium, tan característico de la morada romana tal como se la describe generalmente. El atrium es esencialmente una pieza a cielo abierto, alrededor de la cual se ordenan los demás apartamentos. El espacio que queda descubierto lleva el nombre de compluvium puesto que abre un libre pasaje a las aguas de las lluvias. Estas se recogían en un estanque central, o impluvium, generalmente en comunicación con una cisterna subterránea. El impluvium, necesario a causa de la abertura del techo, no es otra cosa que el heredero y lejano sucesor de la charca adonde, en la granja primitiva, venía a abrevar el ganado. La parte del atrium que no estaba ocupada por el impluvium formaba cuatro pasajes embaldosados sobre los que se abrían las diferentes piezas de habitación y de servicio. Cerca de la puerta de entrada, los cuartitos de los servidores, los almacenes de las provisiones; luego, los cuartos de los miembros más jóvenes de la familia; firmemente, inmutable, en el sitio de honor, el tablinun.

Es posible que esta evolución no haya sido tan simple como el esquema que acabamos de trazar, y que haya existido, en algunas regiones italianas, una «casilla» rectangular en cuyo techo hubiera una chimenea central ampliamente abierta. Y a veces se admite que el atrium clásico resultaría de una ampliación de esta cabaña primitiva. Es posible que este tipo haya ejercido una acción en la historia de la casa urbana contribuyendo a reunir los elementos diversos de la misma, pero es bastante inverosímil que sea su único modelo y ancestro. Toda la historia de la arquitectura domestica romana muestra que la casa de ciudad no es una ampliación de una «choza» rústica, sino una adaptación y una reducción de las granjas del campo.

El mobiliario de esta casa era aún extremadamente simple: las camas seguramente consistían en simples vellones extendidos en el suelo; las mantas, groseras telas de lana hiladas, tejidas por las mujeres de la familia (1as hijas y las sirvientas); las mesas, tablas colocadas sobre tres o cuatro «patas». Se cocinaba en pequeñas cocinillas que funcionaban a carbón de madera, parecidas a las que aún hoy se utilizan en toda la cuenca del Mediterráneo, desde Marruecos hasta las Cícladas: simple recipiente de tierra cocida, perforado de agujeros para el tiro, en el que el fuego se activa con un abanico de paja trenza. Este hogar primitivo persistirá a través de toda la antigüedad, al menos dentro de la gente modesta, y más tarde constituirá un riesgo permanente de incendio en los apartamentos urbanos. El clima italiano, que no cuenta con muchos días verdaderamente fríos, hace que no sea necesaria la calefacción permanente. Algunos braseros, un luego encendido en el patio, les permitía pasar relativamente bien los períodos menos clementes. Incluso más tarde, cuando los progresos del lujo harán más imperiosa la necesidad de confort, las casas italianas sólo tendrán calefacción en los baños.

Los utensilios domésticos consistían en recipientes de tierra cocida, generalmente fabricados en el dominio con la greda que abunda en el suelo. Platos redondos, copas de barniz negro o rojo pálido, muy diferentes de los elegantes recipientes que en la misma época producían los talleres de Atenas o Corinto. La vasija griega, tal como lo prueban los descubrimientos arqueológicos, no es desconocida, pero es relativamente rara y, después de iniciarse el siglo Y, parece haberse hecho aún más rara, como si el Lacio, liberado de la tinta de los reyes, se hubiera encontrado al mismo tiempo al margen de las grandes corrientes del comercio mediterráneo. La platería, sin ser totalmente ignorada, era de uso muy restringido; un solo objeto de plata en las casas campesinas: el salero en el que antes de cada comida se recogía la ofrenda de algunos granos de sal para las divinidades domésticas.

El alimento cotidiano consistía esencialmente en hortalizas hervidas. La col, según Catón, se encontraba a menudo en la mesa familiar. En los jardines se cultivaban distintas especias y se aseguraba que poseían todas las virtudes: proporcionaban buenas digestiones, calmaban los dolores de estómago y de cabeza, eran útiles contra la fiebre (receta particularmente apreciada en estos países en donde ya aparece la malaria) y, sobre todo, no costaban caras. Para sazonarlo se le agregaba un poco de carne de cerdo. Los bosques de roble ayudaban a engordar las piaras que vivían en libertad alrededor de la granja. Los bueyes, preciosos para el arado, se reservaban como víctimas para los sacrificios solemnes. Una vez que las entrañas se consumían en el altar había una orgía de carne entre los celebrantes. Pero tales oportunidades eran raras. Habitualmente, el tocino y el jamón son los únicos condimentos que se utilizan. No se desconoce el arte de fabricar queso corno tampoco los productos de aves de corral. El ideal del buen "padre de familia" es vender sin nunca comprar. Lo que sucede con el alimento también se produce con los instrumentos agrícolas. Durante las jornadas de invierno, los servidores, el propio amo y sus hijos, reparan los yugos, las azadas; trenzan zarzos y ceotos con hojas de sauces o mimbres que se plantan en las extremidades de las parcelas para este uso. Se va a la ciudad -fuera de la participación en asambleas políticas y en los tribunales- sólo para llevar al mercado el excedente de los productos del dominio.

Junto al amo viven algunos esclavos: se trata a veces de prisioneros capturados en alguna guerra, demasiado pobres como para pagar la suma necesaria para ser libres, puesto que en su pueblo natal, en Samnio o en Umbría, llevaban también una vida muy pobre. Perdieron su libertad y dependen en todo del amo, pero su condición material no es demasiado diferente de la de antaño. El amo trabaja como ellos, juntos labran la tierra; su mesa no es menos frugal que la suya, y durante el tiempo que duran sus servicios, se los conserva, se los cuida, se los cura. tras lo cual, sin duda, él «buen padre de familia» que es Catón pretende que se los venda como bocas inútiles. Pero, ¿cuántas veces este consejo se siguió realmente? Parece, en cambio, que la vida en común terminó por crear una suerte de intimidad entre el amo y su esclavo. Muchos sirvientes nacieron en la casa, hijos de una esclava y de uno de sus compañeros de esclavitud; algún incluso mantienen lazos más estrechos aún con la familia del amo, y no es raro que el esclavo pase la vida entera en la granja, en la cual no lo retiene solamente su condición jurídica sino que encuentra allí su verdadero medio.

"La vida en la Roma antigua". Pierre Grimal. Paidós

martes, 24 de septiembre de 2024

COSAS PARA RECORDAR SIEMPRE

Tu presencia es un regalo para el mundo. Eres una persona única en un millón.

Tu vida puede ser como tu quieras que sea. Vive cada día con intensidad.

Cuenta tus alegrías, no tus desdichas. Lucha contra la adversidad que se te presente.

Dentro de tí hay infinitas respuestas. Comprende, ten coraje, se fuerte.

No te impongas límites. ¡Hay tantos sueños que esperan ser realizados!

Las decisiones son tan importantes para librarlas al azar. Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.

No hay nada tan desgastante como las preocupaciones. Mientras más carguemos con un problema, más pesado se hace. No te tomes las cosas con tanta seriedad.

Vive una vida de serenidad, no de lamentos.

Recuerda que un poco de amor recorre largos caminos. Recuerda que mucho es para siempre.

Recuerda que la amistad es una sabia inversión. Los tesoros de la vida son personas unidas.

Nunca es tarde. Transforma lo cotidiano en extraordinario.

Ten salud, esperanza y felicidad. Pídele un deseo a una estrella.

Y jamás olvides: ni siquiera por un día, cuan especial eres.

lunes, 23 de septiembre de 2024

CORTA DE UNA VEZ

CORTA DE UNA VEZ CON ESO QUE NO TE DEJA AVANZAR, RENUEVATE PARA ENFRENTAR EL CAMBIO.

EL FIN DE ALGO SIEMPRE ES EL INICIO DE OTRA COSA; NO TE DEJES VENCER POR EL TEDIO, TOMA EL CONTROL DEL TIMON Y RECUERDA QUE INCLUSO DESPUES DE LA NOCHE MAS OSCURA SIEMPRE SALE EL SOL.

domingo, 22 de septiembre de 2024

COPLAS DE DON JORGE MANRIQUE POR LA MUERTE DE SU PADRE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
  contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
  tan callando;
  cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
  da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
  fue mejor.

                    II

  Pues si vemos lo presente
cómo en un punto s'es ido
  e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
  por passado.
  Non se engañe nadi, no,
pensando que ha de durar
  lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de passar
  por tal manera.

                    III

  Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
  qu'es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
  e consumir;
  allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
  e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
  e los ricos.

            INVOCACIÓN

                    IV

  Dexo las invocaciones
de los famosos poetas
  y oradores;
non curo de sus ficciones,
que traen yerbas secretas
  sus sabores.
  Aquél sólo m'encomiendo,
Aquél sólo invoco yo
  de verdad,
que en este mundo viviendo,
el mundo non conoció
  su deidad.

                    V

  Este mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
  sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
  sin errar.
  Partimos cuando nascemos,
andamos mientra vivimos,
  e llegamos
al tiempo que feneçemos;
assí que cuando morimos,
  descansamos.

                    VI

  Este mundo bueno fue
si bien usásemos dél
  como debemos,
porque, segund nuestra fe,
es para ganar aquél
  que atendemos.
  Aun aquel fijo de Dios
para sobirnos al cielo
  descendió
a nescer acá entre nos,
y a vivir en este suelo
  do murió.

                    VII

  Si fuesse en nuestro poder
hazer la cara hermosa
  corporal,
como podemos hazer
el alma tan glorïosa
  angelical,
  ¡qué diligencia tan viva
toviéramos toda hora
  e tan presta,
en componer la cativa,
dexándonos la señora
  descompuesta!

                    VIII

  Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
  y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
  las perdemos.
  Dellas deshaze la edad,
dellas casos desastrados
  que acaeçen,
dellas, por su calidad,
en los más altos estados
  desfallescen.

                    IX

  Dezidme: La hermosura,
la gentil frescura y tez
  de la cara,
la color e la blancura,
cuando viene la vejez,
  ¿cuál se para?
  Las mañas e ligereza
e la fuerça corporal
  de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega el arrabal
  de senectud.

                    X

  Pues la sangre de los godos,
y el linaje e la nobleza
  tan crescida,
¡por cuántas vías e modos
se pierde su grand alteza
  en esta vida!
  Unos, por poco valer,
por cuán baxos e abatidos
  que los tienen;
otros que, por non tener,
con oficios non debidos
  se mantienen.

                    XI

  Los estados e riqueza,
que nos dexen a deshora
  ¿quién lo duda?,
non les pidamos firmeza.
pues que son d'una señora;
  que se muda,
  que bienes son de Fortuna
que revuelven con su rueda
  presurosa,
la cual non puede ser una
ni estar estable ni queda
  en una cosa.

                    XII

  Pero digo c'acompañen
e lleguen fasta la fuessa
  con su dueño:
por esso non nos engañen,
pues se va la vida apriessa
  como sueño,
e los deleites d'acá
son, en que nos deleitamos,
  temporales,
e los tormentos d'allá,
que por ellos esperamos,
  eternales.

                    XIII

  Los plazeres e dulçores
desta vida trabajada
  que tenemos,
non son sino corredores,
e la muerte, la çelada
  en que caemos.
  Non mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
  sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta
  no hay lugar.

                    XIV

  Esos reyes poderosos
que vemos por escripturas
  ya passadas
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
  trastornadas;
  assí, que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
  e perlados,
assí los trata la muerte
como a los pobres pastores
  de ganados.

                    XV

  Dexemos a los troyanos,
que sus males non los vimos,
  ni sus glorias;
dexemos a los romanos,
aunque oímos e leímos
  sus hestorias;
  non curemos de saber
lo d'aquel siglo passado
  qué fue d'ello;
vengamos a lo d'ayer,
que también es olvidado
  como aquello.

                    XVI

  ¿Qué se hizo el rey don Joan?
Los infantes d'Aragón
  ¿qué se hizieron?
¿Qué fue de tanto galán,
qué de tanta invinción
  como truxeron?
  ¿Fueron sino devaneos,
qué fueron sino verduras
  de las eras,
las justas e los torneos,
paramentos, bordaduras
  e çimeras?

                    XVII

  ¿Qué se hizieron las damas,
sus tocados e vestidos,
  sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
  d'amadores?
  ¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
  que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
  que traían?

                    XVIII

  Pues el otro, su heredero
don Anrique, ¡qué poderes
  alcançaba!
¡Cuánd blando, cuánd halaguero
el mundo con sus plazeres
  se le daba!
  Mas verás cuánd enemigo,
cuánd contrario, cuánd cruel
  se le mostró;
habiéndole sido amigo,
¡cuánd poco duró con él
  lo que le dio!

                    XIX

  Las dávidas desmedidas,
los edeficios reales
  llenos d'oro,
las vaxillas tan fabridas
los enriques e reales
  del tesoro,
  los jaezes, los caballos
de sus gentes e atavíos
  tan sobrados
¿dónde iremos a buscallos?;
¿qué fueron sino rocíos
  de los prados?

                    XX

  Pues su hermano el innocente
qu'en su vida sucesor
  se llamó
¡qué corte tan excellente
tuvo, e cuánto grand señor
  le siguió!
  Mas, como fuesse mortal,
metióle la Muerte luego
  en su fragua.
¡Oh jüicio divinal!,
cuando más ardía el fuego,
  echaste agua.

                    XXI

  Pues aquel grand Condestable,
maestre que conoscimos
  tan privado,
non cumple que dél se hable,
mas sólo como lo vimos
  degollado.
  Sus infinitos tesoros,
sus villas e sus lugares,
  su mandar,
¿qué le fueron sino lloros?,
¿qué fueron sino pesares
  al dexar?

                    XXII

  E los otros dos hermanos,
maestres tan prosperados
  como reyes,
c'a los grandes e medianos
truxieron tan sojuzgados
  a sus leyes;
  aquella prosperidad
qu'en tan alto fue subida
  y ensalzada,
¿qué fue sino claridad
que cuando más encendida
  fue amatada?

                    XXIII

  Tantos duques excelentes,
tantos marqueses e condes
  e varones
como vimos tan potentes,
dí, Muerte, ¿dó los escondes,
  e traspones?
  E las sus claras hazañas
que hizieron en las guerras
  y en las pazes,
cuando tú, cruda, t'ensañas,
con tu fuerça, las atierras
  e desfazes.

                    XXIV

  Las huestes inumerables,
los pendones, estandartes
  e banderas,
los castillos impugnables,
los muros e balüartes
  e barreras,
  la cava honda, chapada,
o cualquier otro reparo,
  ¿qué aprovecha?
Cuando tú vienes airada,
todo lo passas de claro
  con tu flecha.

                    XXV

  Aquel de buenos abrigo,
amado, por virtuoso,
  de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
  e tan valiente;
sus hechos grandes e claros
non cumple que los alabe,
  pues los vieron;
ni los quiero hazer caros,
pues qu'el mundo todo sabe
  cuáles fueron.

                    XXVI

  Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
  e parientes!
¡Qué enemigo d'enemigos!
¡Qué maestro d'esforçados
  e valientes!
  ¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
  ¡Qué razón!
¡Qué benino a los sujetos!
¡A los bravos e dañosos,
  qué león!

                    XXVII

  En ventura, Octavïano;
Julio César en vencer
  e batallar;
en la virtud, Africano;
Aníbal en el saber
  e trabajar;
  en la bondad, un Trajano;
Tito en liberalidad
  con alegría;
en su braço, Aureliano;
Marco Atilio en la verdad
  que prometía.

                    XXVIII

  Antoño Pío en clemencia;
Marco Aurelio en igualdad
  del semblante;
Adriano en la elocuencia;
Teodosio en humanidad
  e buen talante.
  Aurelio Alexandre fue
en desciplina e rigor
  de la guerra;
un Constantino en la fe,
Camilo en el grand amor
  de su tierra.

                    XXIX

  Non dexó grandes tesoros,
ni alcançó muchas riquezas
  ni vaxillas;
mas fizo guerra a los moros
ganando sus fortalezas
  e sus villas;
  y en las lides que venció,
cuántos moros e cavallos
  se perdieron;
y en este oficio ganó
las rentas e los vasallos
  que le dieron.

                    XXX

  Pues por su honra y estado,
en otros tiempos passados
  ¿cómo s'hubo?
Quedando desamparado,
con hermanos e criados
  se sostuvo.
  Después que fechos famosos
fizo en esta misma guerra
  que hazía,
fizo tratos tan honrosos
que le dieron aun más tierra
  que tenía.

                    XXXI

  Estas sus viejas hestorias
que con su braço pintó
  en joventud,
con otras nuevas victorias
agora las renovó
  en senectud.
  Por su gran habilidad,
por méritos e ancianía
  bien gastada,
alcançó la dignidad
de la grand Caballería
  dell Espada.

                    XXXII

  E sus villas e sus tierras,
ocupadas de tiranos
  las halló;
mas por çercos e por guerras
e por fuerça de sus manos
  las cobró.
  Pues nuestro rey natural,
si de las obras que obró
  fue servido,
dígalo el de Portogal,
y, en Castilla, quien siguió
  su partido.

                    XXXIII

  Después de puesta la vida
tantas vezes por su ley
  al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
  verdadero;
  después de tanta hazaña
a que non puede bastar
  cuenta cierta,
en la su villa d'Ocaña
vino la Muerte a llamar
  a su puerta,

                    XXXIV

  diziendo: "Buen caballero,
dexad el mundo engañoso
  e su halago;
vuestro corazón d'azero
muestre su esfuerço famoso
  en este trago;
  e pues de vida e salud
fezistes tan poca cuenta
  por la fama;
esfuércese la virtud
para sofrir esta afruenta
  que vos llama."

                    XXXV

  "Non se vos haga tan amarga
la batalla temerosa
  qu'esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama glorïosa
  acá dexáis.
  Aunqu'esta vida d'honor
tampoco no es eternal
  ni verdadera;
mas, con todo, es muy mejor
que la otra temporal,
  peresçedera."

                    XXXVI

  "El vivir qu'es perdurable
non se gana con estados
  mundanales,
ni con vida delectable
donde moran los pecados
  infernales;
  mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
  e con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos e aflicciones
  contra moros."

                    XXXVII

  "E pues vos, claro varón,
tanta sangre derramastes
  de paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganastes
  por las manos;
e con esta confiança
e con la fe tan entera
  que tenéis,
partid con buena esperança,
qu'estotra vida tercera
  ganaréis."

[Responde el Maestre:]

                    XXXVIII

  "Non tengamos tiempo ya
en esta vida mesquina
  por tal modo,
que mi voluntad está
conforme con la divina
  para todo;
  e consiento en mi morir
con voluntad plazentera,
  clara e pura,
que querer hombre vivir
cuando Dios quiere que muera,
  es locura."

[Del maestre a Jesús]

                    XXXIX

  "Tú que, por nuestra maldad,
tomaste forma servil
  e baxo nombre;
tú, que a tu divinidad
juntaste cosa tan vil
  como es el hombre;
tú, que tan grandes tormentos
sofriste sin resistencia
  en tu persona,
non por mis merescimientos,
mas por tu sola clemencia
  me perdona".

        FIN

                    XL

  Assí, con tal entender,
todos sentidos humanos
  conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos e hermanos
  e criados,
  dio el alma a quien gela dio
(el cual la ponga en el cielo
  en su gloria),
que aunque la vida perdió,
dexónos harto consuelo
  su memoria.

LIBRA

DOMINGO 22

sábado, 21 de septiembre de 2024

CONTRARIAMENTE...


Contrariamente a lo que mucha gente piensa, la felicidad no depende de la suerte, ni de los bienes materiales, ni esta supeditada a nuestro poder adquisitivo. Depende únicamente de nuestro interior, que es en definitiva el que determina el significado que damos a cada acto o situación.

Según nuestra manera de ser y del grado de conocimiento que tengamos sobre la realidad y trascendencia de nuestro ser, daremos un determinado sentido a las cosas y en vez de hacer de la vida un valle de lágrimas; podemos hacer que sea un lugar maravilloso donde vivir todo tipo de experiencias, necesarias para nuestro crecimiento personal y espiritual.

SÁBADO 21

viernes, 20 de septiembre de 2024

CONTEMPLANDO EL PAISAJE

Allí, donde la montaña se confunde con el firmamento, donde uno no sabe si esta en la tierra o en el cielo, donde las montañas parecen hechas de algún material perfecto que si miras con detenimiento veras en ellas los colores completos del arco iris, y se mezclan tantas cosas para formar un cuadro pintado con el más maravilloso pincel y las más increíbles pinturas.

Ver por ejemplo que en cada árbol las flores y los frutos son la ofrenda viva de Dios para que nosotros sus criaturas vibremos de alegría, satisfechos con solo mirar estas maravillas, ver una sinfonía de flores, de aves, de colores; y escuchar murmullos que hacen que el espíritu descanse y se sumerja en un increíble éxtasis de paz, de amor, de vida, de luz, aquí donde la naturaleza aún no ha sido contaminada.

Ver nacer el agua pura brotando de un montón de rocas, saliendo de las entrañas de la madre tierra, con la transparencia de un fino cristal, a tu lado puedes tomar si tienes hambre o sed el fruto que apetezcas, y sentarte bajo la sombra del árbol que te da de comer para dormir plácidamente bajo sus ramas protectoras mientras el viento acaricia tu rostro y suaviza la temperatura como si fuera el más suave de los abrigos...

Y entonces duermes como un bebé abrazado por la madre tierra y ya no quieres volver a despertar. Esta es la tierra que vio nacer a mis abuelos y a mis padres, un regalo de Dios, el más hermoso regalo que he recibido en mucho tiempo.

VIERNES 20

jueves, 19 de septiembre de 2024

CONOZCO A UN MAESTRO

Conozco a un Maestro que...

Vive en el aquí y el ahora. Come cuando tiene hambre. Duerme cuando tiene sueño. Sabe escuchar. Sabe callar. No juzga. Muestra su alegría sin objeto permanentemente. Siempre tiene ganas de servir al otro. Es espontáneo como un niño. Sabe poner límites a la invasión del propio espacio sin llegar a dañar al otro. Expresa ternura sin condiciones. No busca la venganza.

En definitiva: me encanta mi perro.

JUEVES 19

miércoles, 18 de septiembre de 2024

COMPARTIR

Compartir es multiplicar.

Damos, damos y damos incansablemente, con amor.

Siendo dadores alegres, y vemos con nuestros propios ojos como se multiplica lo que vamos dando.

Así que amig@s... amor y más amor.

MIÉRCOLES 18

martes, 17 de septiembre de 2024

COJONES

Un ejemplo de la riqueza del castellano es el número de acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada, que hace referencia a los atributos masculinos: cojones.


Si va acompañado de un numeral tiene significados distintos, según el número utilizado. Así, uno significa caro o costoso (valía un cojón), dos significa valentía (tiene dos cojones), 3 significa desprecio (me importa tres cojones), un número muy grande y par significa dificultad (lograrlo me costó 100 pares de cojones).

El verbo cambia el significado. Tener significa valentía (aquella persona tiene cojones), aunque en admiración puede indicar sorpresa (¡Tiene cojones!); poner expresa un reto, especialmente si se ponen en algunos lugares (puso los cojones sobre la mesa). Se los utiliza para apostar (me corto los cojones) o para amenazar (te corto los cojones).

El tiempo del verbo utilizado cambia el significado de la frase. El presente indica molestia o hastío (Me toca los cojones); el reflexivo significa vagancia (se toca los cojones), pero el imperativo significa sorpresa (¡Tócate los cojones!).

Los prefijos y sufijos modulan su significado; a- expresa miedo (acojonado), des- significa reírse (descojonarse), -udo significa perfección (cojonudo), pero –azo se refiere a la indolencia o abulia (cojonazos).

Las preposiciones matizan la expresión: de significa éxito (me salió de cojones) o cantidad (hacía un frío de cojones); por expresa voluntariedad (lo haré por cojones), pero con indica valor (era un hombre con cojones) y sin la cobardía (era un hombre sin cojones).

El color, la forma o la simple textura o tamaño aportan significado. El color violeta expresa frío (tengo los cojones morados); la forma, el cansancio (tenía los cojones cuadrados); pero el desgaste implica experiencia (tenía los cojones pelados de repetirlo). Son importantes el tamaño y la posición (tenía dos cojones grandes y bien plantados); sin embargo hay un tamaño máximo que no puede superarse (tiene los cojones como el caballo del Cid); porque indica torpeza o vagancia (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos e incluso necesita una carretilla para llevarlos).

La interjección ¡cojones! significa sorpresa y cuando se halla perplejo los solicita (¡manda cojones!). En ese lugar reside la voluntad y de allí surgen las órdenes (me sale de los cojones).

En resumen, será difícil encontrar una palabra en castellano o en otros idiomas con mayor número de acepciones.

Enrique Seoane

MARTES 17