Pintando:
haciendo el mundo
de nuevo, para amarlo
con un amor más
nuestro;
haciendo versos1
que cicatrizarán;
haciendo algo
parecido al amor,
tan parecido
que
aún podemos atirantarnos
un poco el corazón;
haciendo pueblos
con
paja en el establo,
aperos de labranza en las paredes
y agua
lagrimeante en los tejados;
cosiendo al sol las redes en la
playa,
y andando, amando, hablando
con palabras de nieve
sucesiva
que al decirlas se rompen sobre el labio;
enterrando a
los vivos y a los muertos
juntos o separados
si no hay mano de
obra;
haciendo tierra
para dejar simiente;
descansando
en
las horas del ocio y en las horas
de este humano consuelo del
trabajo
que es nuestra redención;
siendo y cayendo
en
el mar, en la fábrica, en el campo,
amándote, olvidándote y
negándote,
te encarnamos de nuevo, somos tuyos,
Señor;
somos tus manos.
Luis Rosales
1 Las palabras dispuestas de este modo forman parte del verso iniciado en la línea anterior.
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