martes, 21 de enero de 2025

¡AH, DE LA VIDA!

"¡Ah de la vida!"1... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños
2 que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde
3.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido
4,
y no hay calamidad que no me ronde.

Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.

Francisco de Quevedo


1 Al entrar en una casa se llamaba desde el zaguán: “¡Ah de la casa!” Quevedo adopta esta fórmula para llamar a la vida (que juzga extinguida para él).

2 “¡Aquí de la justicia!” era el modo de pedir que esta acudiera a socorrer. El poeta pide que le asistan los tiempos pasados (antaños) que ha vivido.

3 Las locuras cometidas le han hecho perder el tiempo pasado y lo han hecho irrecordable.

4 Ahora ya le falta la vida, y sólo está presente el desgaste a que conduce lo que se ha vivido.

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