Ándeme
yo caliente
y
ríase la gente.
Traten
otros del gobierno
del
mundo y sus monarquías,
mientras
gobiernan mis días
mantequillas
y pan tierno;
y
las mañanas de invierno
naranjada
y aguardiente,
y
ríase la gente.
Coma
en dorada vajilla
el
Príncipe mil cuidados,
como
píldoras dorados;
que
yo en mi pobre mesilla
quiero
más una morcilla
que
en el asador reviente,
y
ríase la gente.
Cuando
cubra las montañas
de
blanca nieve el enero,
tenga
yo lleno el brasero
de
bellotas y castañas,
y
quien las dulces patrañas
del
Rey que rabió me cuente,
y
ríase la gente.
Busque
muy en hora buena
el
mercader nuevos soles
yo
conchas y caracoles
entre
la menuda arena,
escuchando
a Filomena1
sobre
el chopo de la fuente,
y
ríase la gente.
Pase
a medianoche el mar
y
arda en amorosa llama
Leandro
por ver su dama,
que
yo más quiero pasar
del
golfo de mi lagar
la
blanca o roja corriente,
y
ríase la gente.
Pues
Amor es tan cruel
que
de Píramo y su amada
hace
tálamo una espada,
do
se juntan ella y él,
sea
mi Tisbe un pastel
y
la espada sea mi diente,
y
ríase la gente.
Luis de Góngora
1 Ruiseñor
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