Siempre estoy vagando en esta
playa
Entre la arena y la espuma.
La marea borrará las huellas de mis
pies
Y el viento esparcirá la espuma.
Pero el mar y la playa continuarán por siempre jamás.
Un día encerré en mi mano un poco de
niebla.
Y al abrir el puño, ¡ay!, la niebla
Se había
convertido en gusano.
Volvía cerrar y abrir el puño, y
¡Albricias!,
En mi palma había un pájaro.
Nuevamente cerré
y abrí el puño, y
Vi que en mi palma había un hombre,
De
pie, de rostro triste, que me observaba.
Y volví a cerrar el
puño; al abrirlo,
No había más que niebla.
Pero escuché un
canto de inenarrable dulzura.
Apenas ayer me sentía una
partícula
Oscilando sin ritmo en la espera de la vida.
Ahora
sé que soy la espera, y toda
La vida palpita en rítmicos
fragmentos
En mi interior.
Me dicen, en su vigilia:
"Tú y
el mundo en que vives no sois
Más que un grano de arena en
la
Infinita playa de un mar infinito".
Y yo les digo, en
mi sueño: "Soy
El mar infinito, y todas las palabras
No
son más que granos de arena
En mi playa".
Sólo una vez me quedé sin
palabras.
Fue cuando un hombre me preguntó:
"¿Quién
eres?"
El primer pensamiento de Dios fue un
ángel.
La primera palabra de Dios fue un hombre.
-Khalil Gibran
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