Para alcanzar el arco iris es suficiente con una mirada inocente y para enamorar al alma basta con la vida. Empiezo a pensar que crear un poema no es buscar unas palabras mágicas, la magia está en las personas que los leen, y que no se trata de encajar imágenes y expresiones resonantes, sino de palabras sencillas y versos tan lentos como sea posible. La belleza es bonita, pero hay mucha competencia, es más importante lo que consigues transmitir, lo que consigues que se interiorice en vez de simplemente pasar al siguiente poema del libro, que será más de lo mismo. Opino que lo que percibimos nosotros como vida está ligado a la comunicación. Existe una interacción, una serie de vínculos, una vida que prestamos y que nos presta todo lo que sentimos. La poesía es teoría, ecuaciones matemáticas, arte tan vivo como se lo permitamos.
Recuerdo profundamente una ocasión en que estaba vendimiando, hacía frío y llevábamos toda la mañana de un lado a otro, descansé un segundo, levanté la cabeza y había un gigantesco arco iris de un lado al otro del limpio cielo del campo. Mi familia y yo lo contemplamos hasta sonreír. Fue un momento realmente hermoso, de esos en que notas lo que llevas dentro.
Las poesías y los cuentos están bien, pero ver la luna entre las nubes tejiendo zafiros, o las luces de la ciudad en el río pescando peces de plata y oro, o escuchar a una persona la historia que brilla en sus ojos, es mucho mejor.
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