viernes, 31 de enero de 2025

AVILÉS. 2007

ANOCHE CUANDO DORMÍA

Anoche cuando dormía

soñé ¡bendita ilusión!

que una fontana fluía

dentro de mi corazón.

Di: ¿por qué acequia escondida,

agua, vienes hasta mí,

manantial de nueva vida

en donde nunca bebí?


Anoche cuando dormía

soñé ¡bendita ilusión!

que una colmena tenía

dentro de mi corazón;

y las doradas abejas

iban fabricando en él,

con las amarguras viejas,

blanca cera y dulce miel.


Anoche cuando dormía

soñé ¡bendita ilusión!

que un ardiente sol lucía

dentro de mi corazón.

Era ardiente porque daba

calores de rojo hogar,

y era sol porque alumbraba

y porque hacía llorar.


Anoche cuando dormía

soñé ¡bendita ilusión!

que era Dios lo que tenía

dentro de mi corazón.


Antonio Machado


jueves, 30 de enero de 2025

ANIVERSARIO

Ya hace más de un año que este lugar nació. Releo aquellas primeras entradas y sonrió. Estos lugares son mucho más que un canto de soledad. Es un camino que conecta corazones sin todas esas barreras que nos ponemos fuera. Somos más libres y acabamos sacando lo mejor que tenemos. La belleza nace de un corazón jugoso de vida, se vuelca en palabra o mirada, cruza todas las distancias y fructifica o marchita en otro corazón. Es algo compartido, tiene que arraigar en tierra fértil. Puedo escribir bonito o con estilo, como un arco iris atesorado en pompas de jabón, pero si viviste tu propio arco iris tras un día de duro trabajo y tus propias pompas de jabón con doce años en la fiesta de tu pueblo, será distinto. Las palabras no quedarán atrás sino dentro. Y el día de mañana florecerán en sonrisa para tu hermano, en caricia para tu amada, en deseo de navegar en un barco sin bandera y componer una canción a mitad del viaje.

Lo que escribo podía haber terminado como tinta oscura en una hoja de papel, enterrado en una carpeta negra y allí vivir lo que las gotas de unas aguas tranquilas trenzadas por mis dedos. Aquí hay más luz. El autor no se funde con la tinta y las huellas que se dejen en las hojas tienen la oportunidad de llegar, incluso algunas de ellas de encontrar eco y sumergirse en el inmenso lago que somos todos.

Cada persona es un libro con al menos cinco páginas que merecerían ser recordadas para siempre. Aquí tenemos un lugar para volcar ese libro poquito a poco, una frase en un cuento, un verso en un poema, un sentir en una vivencia. Sentimos cuando nos hemos escrito y eso se vuelve firme, de una forma distinta a la memoria, donde apoyarnos y crecer.

Bueno ya me he explayado bastante, así que simplifiquemos: me gusta este sitio, me ilusiona lo que escribo, me encantan las personas.

miércoles, 29 de enero de 2025

AMPARO BARÓ 🖤

Tal día como hoy, en 2015, nos dejaba esta grandísima actriz.
 

ÁNGELUS

 A Antonio Machado


Sentado en el columpio
el ángelus dormita


Enmudecen los astros y los frutos

Y los hombres heridos
pasean sus surtidores
como delfines líricos


Otros más agobiados
con los ríos al hombro
peregrinan sin llamar en las posadas

La vida es un único verso interminable 

Nadie llegó a su fin


Nadie sabe que el cielo es un jardín

Olvido.


El ángelus ha fallecido

Con la guadaña ensangrentada
un segador cantando se alejaba.

Gerardo Diego

martes, 28 de enero de 2025

ÁNDEME YO CALIENTE...

Ándeme yo caliente
y ríase la gente.


Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno;
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.


Coma en dorada vajilla
el Príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente,
y ríase la gente.


Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas
del Rey que rabió me cuente,
y ríase la gente.


Busque muy en hora buena
el mercader nuevos soles
yo conchas y caracoles
entre la menuda arena,
escuchando a Filomena1
sobre el chopo de la fuente,
y ríase la gente.


Pase a medianoche el mar
y arda en amorosa llama
Leandro por ver su dama,
que yo más quiero pasar
del golfo de mi lagar
la blanca o roja corriente,
y ríase la gente.


Pues Amor es tan cruel
que de Píramo y su amada
hace tálamo una espada,
do se juntan ella y él,
sea mi Tisbe un pastel
y la espada sea mi diente,
y ríase la gente.


Luis de Góngora

1 Ruiseñor

lunes, 27 de enero de 2025

AMIGO MÍO

Amigo mío, no soy el que te parezco. Lo que parezco es apenas un traje que llevo, un traje cuidadosamente tramado que me protege de tus preguntas y a ti de mi desinterés.
El "yo" que hay en mí, amigo mío, vive en la casa del silencio, y allí permanece siempre, inadvertido, inasequible.

No querría que creyeras lo que digo, ni que confiaras en cuanto hago, porque mis palabras no son sino tus propios pensamientos convertidos en sonido, y mis obras son tus propias esperanzas materializadas en actos.

Cuando dices: "El viento sopla del Este", digo: "Sí, siempre sopla del Este"; pero no quiero que sepas entonces que mi mente no reside en el viento, sino en el mar.
Tú no puedes entender mis pensamientos, hijos de la mar, ni me interesa que lo comprendas.

Prefiero seguir solitario en el mar.

Amigo mío, cuando para ti es de día, de noche es para mí; mas yo no dejo de hablarte de la luz del día que baña las cimas, ni de la sombra purpúrea que se abre paso por los valles; porque tú no puedes oír las canciones de mi oscuridad, ni puedes ver mis alas agitarse contras las estrellas; y no me interesa que oigas ni que veas lo que hay en mí. Prefiero estar siempre sólo en la noche.
Cuando tú subes a tu cielo, yo bajo a mi infierno. Y entonces me llamas a través de abismo infranqueable que hay entre tú y yo: "¡Compañero! ¡Camarada!", porque no quiero que veas mi infierno. Las llamas te cegarían y el humo te asfixiaría. Amo mi infierno si reservas, hasta el punto de no permitir que lo visites. Prefiero estar siempre en mi infierno.

Tú amas la Verdad, la Belleza, lo Justo, y yo digo para complacerte que estoy de acuerdo contigo y que está bien que ames esas cosas. Pero, en el fondo de mi corazón, me río de tu amor por ellas. Sin embargo, te oculto mi risa porque prefiero reír a solas.

Amigo mío, eres bueno, prudente y sensato; es más, eres perfecto. Y yo a mi vez, hablo contigo con sensatez y cautela, pero... estoy loco. Sólo que oculto con una máscara mi locura. Prefiero estar loco a solas.

Amigo mío, no eres mi amigo. Pero ¿cómo hacer que lo comprendas? Mi camino no es tu camino, y sin embargo caminamos cogidos de la mano.

domingo, 26 de enero de 2025

AMARRADO AL DURO BANCO

Amarrado al duro banco 
De una galera turquesca,
 
Ambas manos en el remo
 
Y ambos ojos en la tierra,

Un forzado de Dragut 
En la playa de Marbella
 
Se quejaba al ronco son
 
Del remo y de la cadena:

«¡Oh sagrado mar de España, 
Famosa playa serena,
 
Teatro donde se han hecho
 
Cien mil navales tragedias!,

»Pues eres tú el mismo mar 
Que con tus crecientes besas
 
Las murallas de mi patria,
 
Coronadas y soberbias,

»Tráeme nuevas de mi esposa, 
Y dime si han sido ciertas
 
Las lágrimas y suspiros
 
Que me dice por sus letras;

»Porque si es verdad que llora 
Mi captiverio en tu arena,
 
Bien puedes al mar del Sur
 
Vencer en lucientes perlas.

»Dame ya, sagrado mar, 
A mis demandas respuesta,
 
Que bien puedes, si es verdad
 
Que las aguas tienen lengua,

»Pero, pues no me respondes, 
Sin duda alguna que es muerta,
 
Aunque no lo debe ser,
 
Pues que vivo yo en su ausencia.

»¡Pues he vivido diez años 
Sin libertad y sin ella,
 
Siempre al remo condenado
 
A nadie matarán penas!»

En esto se descubrieron 
De la Religión seis velas,
 
Y el cómitre mandó usar
 
Al forzado de su fuerza.

Luis de Góngora

sábado, 25 de enero de 2025

ALZAOS POETAS

Es tiempo de milagros y maravillas, de cambios y esperanza a la distancia de un deseo formulado. Así pues, ¿dónde os escondéis poetas, profetas de la belleza venida y por venir? Alzaos y aliviad a los fantasmas de su dolorosa existencia, de toda pena y añoranza con la amabilidad de vuestro corazón.

¿No sentís que el odio poco a poco se apaga de voces de paz?

¿No sentís que los ríos de lágrimas se unen en un dulce mar?

¿No sentís que el tiempo es guiado por una bondadosa voluntad?

Poetas, alzaos, alejaos de las caricias de los muertos y acariciad la plenitud de la vida. No dejéis que las palabras se deshagan en tinta oscura. Demostrad la más poderosa valentía nacida de la verdad y el amor, desnuda, desafiante. Gritad “Yo soy poeta” y arrojaos hacia delante como si atronadoras olas os siguieran, que el mundo os contemple con asombro y luego cambie unido a vosotros por fuertes lazos.

viernes, 24 de enero de 2025

ALMA QUE VAS HUYENDO...

Alma que vas huyendo de ti misma,

¿qué buscas insensata en los demás?

Si en ti secó la fuente del consuelo,

secas todas las fuentes has de hallar.

¿Que hay en el cielo estrellas todavía

y hay en la tierra flores perfumadas?

Sí… Mas no son ya aquellas

que tú amaste y te amaron, desdichada.

Rosalía de Castro

jueves, 23 de enero de 2025

AL MIRAR EL MAR

La arena parece abandonada. El mar se aleja de las vallas y hierros del esqueleto de un hotel. El mar es el único amante del tiempo, el resto se acaba olvidando.

El profesor pronuncia mi nombre como si no tuviera importancia, una cruz más. No falta nadie, pero ya es mayor y su clase es tranquila.

– Sofía Milena.

Ella dice sí. No se permite otra respuesta. Su voz es amable. Se sienta delante de mí, casi donde termina la clase, el lugar reservado a los menos problemáticos. Podría dibujarla si los pupitres no estuvieran tan próximos. Tengo que cerrar los ojos. Es tan bella que resulta doloroso. Cabellos oscuros, cuello detallado por una cadena de oro. Sonrió al profesor.

 

 – Estoy muerto y rematado.

 – No deberías esforzarte tanto. Es sólo el fútbol de todos los días.

 – Tú eres demasiado tranquilo.

 – ¿Cómo iba a quitarle protagonismo a nuestra estrella? Si me pusiera a marcar goles seguro que te deprimías.

 – Sí. Ya. Claro. ¿Vas a ir a la fiesta de Jorge?

 – ¿Cuándo es?

 – El viernes.

 – No. No me ha invitado.

 – Bah. Te pasas por allí y ya está. Van a ir todas las chicas interesantes.

 – ¿Y eso?

 – Luisa. Que suerte tiene el tío. Se ha llevado a la mejor de la clase.

 – Dirás a la más populosa. Irán sólo sus amigas.

 – No, se han apuntado en cadena. Ya sabes como va eso. Por cierto, todavía no me has dicho a por cuál vas.

 – Ni te lo diré. Tengo buen gusto y no me gusta la competencia.

 – Venga. No me seas traicionero.

 – Bueno. Si tuviera que elegir… Tal vez Sofía no esté mal.

 – ¿Sofía? Estuvo con Carlos. Está chiflada.

 

El mar no conoce el silencio. Su rostro es de esos que los pintores embellecen. Tienes la sensación de que no podrás comprenderlo por más que lo contemples. Es curioso como el viento hermana con el mar y el cielo.

 

No se escapan muchos murmullos del interior de las clases. Los pasillos son una dimensión agresivamente vacía. La hora de matemáticas no ayuda mucho. El profesor tiene una pose reflexiva. Mira todas las caras a la vez, no existe ese anonimato de grupo, por mucho que te repliegues cuando lleguen sus inevitables ojos. Sofía tensa sus hombros conteniendo la respiración.

 – Juan. Sal a la pizarra a resolvernos el problema.

Siempre saca a quién cree que podrá resolverlo, salvo cuando quiere humillar a algún alborotador. No suele ser una buena idea.

La tiza es rebelde. Los números son una parodia amontonándose.

 – ¿Ves dónde has cometido el error?

Están extrañados de que haya fallado. Sofía alza sus ojos inmensos profundizados por la pregunta. Me ve.

 

Siempre tienes la sensación al empezar un recreo y la misma al terminar. En el comedor te dan el mismo bocadillo envidia de los pobres y ladrón de minutos. Hay que estar hambrienta o socialmente moribundo para esperar en la heterogénea cola, pero te lo dan gratis si estás apuntado al comedor. Sofía no aparece nunca por allí.

Al terminar las clases hay un intervalo hasta que sirven la comida. Suelo estar en la biblioteca, soy encargado honorario, lo que concede ciertas ventajas a la hora de acceder a nuevo material. La clientela es reducida pero fiel.

Sofía come en el colegio, a una mesa de mí. Le gusta el pescado, el arroz y la comida sencilla, sin tonterías.


El sol es eterno. No importa lo que digan los cobardes que lo olvidan. El cielo es claro a su alrededor. Pocas son las nubes que se atreven a desafiarlo. No puedes evitar que te afecte el calor. No hay defensa, no es como el frío que puede ser domado.


 – Oye. Antes, en matemáticas, ¿no lo habrás hecho a propósito?

 – Es una clase aburrida.

 – Siempre que te veo marchas por allí. ¿A dónde vas?

 – Al mar.

 – No te cansas de verlo.

 – Es cuestión del ángulo. Pero en vacaciones no voy a la playa.

Las sonrisas son tan inesperadas. Nacen de nuestra propia definición. Nos resumen.

 – Hoy mi padre viene tarde a recogerme.

 – Los míos siempre lo hacen. No te preocupes aquí estoy yo para protegerte.

A veces no puedes controlar las palabras, pero con ellas es más difícil resumir la verdad.

 – Gracias.

 – Hay un sitio frente al mar. Unos trozos de piedra cortados por algún artista. Hay que escalar un poco pero son un buen asiento.

 – ¿Vienes aquí al salir de clase?

 – Sólo un rato mientras espero que se haga la hora. Es que no hay mucho más y el viento de mar refresca.

 – Es cierto, ya lo noto. ¿Fumas?

 – No. Pero tomo caramelos de eucalipto. Despejan la mente y refrescan el aliento. ¿Quieres uno?

 – Sí, gracias.

 – Aquí es.

 – ¿Resbala?

 – No lo permitiría.

Cerca. Nos sentamos en silencio mirando a la distancia para luego tratar de hablar de cualquier cosa.

miércoles, 22 de enero de 2025

AL FINAL DE UN LARGO DÍA

El día se endurece, se tensa con todos sus instantes y aún puedo sonreír y luchar por las cosas buenas. Puedo recibir un beso y chocar diez dedos de artista, puedo tomarme una tostada de azúcar y luego lavarme los dientes con pasta sabor a caramelo de menta y pensar acomodarme una barba blanca, puedo meter un ratito a mi bonsái, puedo encender la luz de mi habitación, puedo buscarle las cosquillas al pingüino de peluche y colocarle bien mis gafas de sol al cocodrilo amarillo, ver pasar una pelusa de nieve ante mi nariz, devolver sigilosamente un pantalón tomado prestado a mi hermano. Puedo sentir que la marea de la noche baja serena como la noche de un niño que pasó la tarde jugando a los barcos en la arena y pensar en ti que lees esto y desearte buenas noches y dulces sueños.

martes, 21 de enero de 2025

¡AH, DE LA VIDA!

"¡Ah de la vida!"1... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños
2 que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde
3.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido
4,
y no hay calamidad que no me ronde.

Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.

Francisco de Quevedo


1 Al entrar en una casa se llamaba desde el zaguán: “¡Ah de la casa!” Quevedo adopta esta fórmula para llamar a la vida (que juzga extinguida para él).

2 “¡Aquí de la justicia!” era el modo de pedir que esta acudiera a socorrer. El poeta pide que le asistan los tiempos pasados (antaños) que ha vivido.

3 Las locuras cometidas le han hecho perder el tiempo pasado y lo han hecho irrecordable.

4 Ahora ya le falta la vida, y sólo está presente el desgaste a que conduce lo que se ha vivido.

GATO 🐱

lunes, 20 de enero de 2025

A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa
1,
érase una nariz sayón
2 y escriba3,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara
4 pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón
5 de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.


Francisco de Quevedo

1 Superlativa: Muy grande.

2 Sayón: Enorme saya o falda.

3 Escriba: Intérprete de la ley de los judíos, grupo social que se caracteriza por su gran nariz.

4 Alquitara: Se compara la nariz con la forma curva y saliente de un alambique.

5 Espolón: Punta de hierro afilada y curva que llevaban los barcos antiguos para embestir a los buques enemigos.

domingo, 19 de enero de 2025

A UN OLMO SECO

  Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido,
 
con las lluvias de abril y el sol de mayo
 
algunas hojas verdes le han salido.

  ¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento
 
le mancha la corteza blanquecina
 
al tronco carcomido y polvoriento.

  No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera,
 
habitado de pardos ruiseñores.

  Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas
 
urden sus telas grises las arañas.

  Antes que te derribe, olmo del Duero, 
con su hacha el leñador, y el carpintero
 
te convierta en melena de campana,
 
lanza de carro o yugo de carreta;
 
antes que rojo en el hogar, mañana,
 
ardas en alguna mísera caseta,
 
al borde de un camino;
 
antes que te descuaje un torbellino
 
y tronche el soplo de las sierras blancas;
 
antes que el río hasta la mar te empuje
 
por valles y barrancas, 
 
olmo, quiero anotar en mi cartera
 
la gracia de tu rama verdecida.
 
Mi corazón espera
 
también, hacia la luz y hacia la vida,
 
otro milagro de la primavera.

Antonio Machado, 4 de mayo de 1912

EDGAR ALLAN POE

© David G. Forés

Tal día como hoy, en 1809, nacía Edgar Allan Poe.

sábado, 18 de enero de 2025

A MI BUITRE

Este buitre voraz de ceño torvo

que me devora las entrañas fiero

y es mi único constante compañero

labra mis penas con su pico corvo.


El día en que le toque el postrer sorbo

apurar de mi negra sangre1, quiero

que me dejéis con él solo y señero2

un momento, sin nadie como estorbo.


Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía

mientras él mi último despojo traga,

sorprender en sus ojos la sombría

mirada al ver la suerte que le amaga

sin esta presa en que satisfacía

el hambre atroz que nunca se le apaga.


Miguel de Unamuno

1 Hiperbatón : “apurar el postrer sorbo de mi negra sangre”

2 Señero: solo, solitario.

viernes, 17 de enero de 2025

ODA A LA VIDA RETIRADA

¡Qué descansada vida 
la del que huye el mundanal ruido 
y sigue la escondida 
senda por donde han ido 
los pocos sabios que en el mundo han sido!

Que no le enturbia el pecho 
de los soberbios grandes el estado 
ni del dorado techo 
se admira fabricado 
del sabio Moro, en jaspes sustentado.

No cura si la fama 
canta con voz su nombre pregonera 
ni cura si encarama 
la lengua lisonjera 
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presa a mi contento 
si soy del vano dedo señalado? 
¿Si en busca de este viento 
ando desalentado 
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río, 
o secreto seguro y deleitoso! 
Roto casi el navío 
a vuestro almo reposo 
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño, 
un día puro, alegre, libre quiero; 
no quiero ver el ceño 
vanamente severo 
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiérteme las aves 
con su cantar sabroso no aprendido; 
no a los cuidados graves 
de que es siempre seguido 
el que al ajeno arbitrio está atendido.

Vivir quiero conmigo 
gozar quiero del bien que debo al Cielo. 
a solas, sin testigo, 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas , de recelo.

Del monte en la ladera, 
por mi mano plantado, tengo un huerto, 
que con la primavera 
de bella flor cubierto 
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

El aire el huerto orea 
y ofrece mil olores al sentido; 
los árboles menea 
con un manso ruido 
que del oro y del cero pone olvido.

Téngame su tesoro 
los que de un falso leño se confían; 
no es mío ver el lloro 
de los que desconfían 
cuando el cierzo y el álbrego porfían.

La combatida antena 
cruje, y en ciega noche el claro día 
se torna , al cielo suena 
confusa vocería 
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla 
mesa de amable paz bien abastada 
me basta, y la vajilla 
de fino oro labrada, 
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable- 
mente se están los otros abrasando 
con sed insaciable 
del peligroso mando, 
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido, 
de hiedra y lauro eterno coronado, 
puesto el atento oído 
al son dulce acordado 
del plectro sabiamente meneado.

Y como codiciosa 
por ver y acrecentar su hermosura 
desde la cumbre airosa 
una fontana pura 
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego sosegada, 
el paso entre los árboles torciendo, 
el suelo de pasada 
de verdura vistiendo 
y con diversas flores va esparciendo.

Fray Luis de León

TAL DÍA COMO HOY...

En 1904, se fundó la Orden del Templo del Este.

jueves, 16 de enero de 2025

QUERER ASÍ...

Querer así, desnudo entre los viejos muebles descarnados, entre los silencios de los muros a medio derrumbar, sobre los cansados cimientos que alguna vez fueron firmes. Querer así, como si nunca fuese a finalizar la madrugada para hacer llegar el día...

Querer así...

Víctor

miércoles, 15 de enero de 2025

A ENRIQUE MENÉNDEZ

Una humilde corona,
dulce Enrique Menéndez,
de eternas siemprevivas 
quisiera entretejerte, 

que sobre tu sepulcro 
calladas balanceen 
sus espigados tallos 
al soplo del nordeste.

Tú que amabas las flores
de tu huerto obediente,
tu huerto que en tu ausencia
tristemente florece,

acéptame estas pocas
florecillas silvestres
regadas de mis lágrimas
entre mis manos leves.

Flores de cada día
que corté amargamente
de mis pobres jardines
efímeros y estériles,

flores de cada hora
que mi tierra me ofrece
para adornar altares,
para decorar sienes.

Y qué ara más bendita
que tu sepulcro agreste,
divina jaula triste
sin cantor que la alegre.

Y a qué sienes ceñir
corona de laureles
como a estas tuyas nuevas
que ya nunca encarnecen.

Aquí, pues, te las dejo
desmayadas y flébiles,
pero a nadie le digas
que hoy he venido a verte.

Los días van pasando.
Van pasando los meses.
Las flores y los pájaros
han pasado y tú no vuelves.

Te arrancó de nosotros
la burladora muerte,
y desde entonces pisas
huertos siempre perennes.

Abajo, los poetas,
jardineros terrestres,
cantamos y cortamos
las flores del poniente.

Las del alba tú sólo
las cosechas celeste,
del jardín de la vida
tras el mar de la muerte.

Te fuiste tú y seguimos
torpemente vivientes.
Qué vergüenza vivir
cuando los buenos mueren.

Toma estas flores tristes,
dulce Enrique Menéndez,
pero a nadie le digas
que hoy he venido a verte.

Gerardo Diego