viernes, 31 de enero de 2025
ANOCHE CUANDO DORMÍA
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Antonio Machado
jueves, 30 de enero de 2025
ANIVERSARIO
Ya hace más de un año que este lugar nació. Releo aquellas primeras entradas y sonrió. Estos lugares son mucho más que un canto de soledad. Es un camino que conecta corazones sin todas esas barreras que nos ponemos fuera. Somos más libres y acabamos sacando lo mejor que tenemos. La belleza nace de un corazón jugoso de vida, se vuelca en palabra o mirada, cruza todas las distancias y fructifica o marchita en otro corazón. Es algo compartido, tiene que arraigar en tierra fértil. Puedo escribir bonito o con estilo, como un arco iris atesorado en pompas de jabón, pero si viviste tu propio arco iris tras un día de duro trabajo y tus propias pompas de jabón con doce años en la fiesta de tu pueblo, será distinto. Las palabras no quedarán atrás sino dentro. Y el día de mañana florecerán en sonrisa para tu hermano, en caricia para tu amada, en deseo de navegar en un barco sin bandera y componer una canción a mitad del viaje.
Lo que escribo podía haber terminado como tinta oscura en una hoja de papel, enterrado en una carpeta negra y allí vivir lo que las gotas de unas aguas tranquilas trenzadas por mis dedos. Aquí hay más luz. El autor no se funde con la tinta y las huellas que se dejen en las hojas tienen la oportunidad de llegar, incluso algunas de ellas de encontrar eco y sumergirse en el inmenso lago que somos todos.
Cada persona es un libro con al menos cinco páginas que merecerían ser recordadas para siempre. Aquí tenemos un lugar para volcar ese libro poquito a poco, una frase en un cuento, un verso en un poema, un sentir en una vivencia. Sentimos cuando nos hemos escrito y eso se vuelve firme, de una forma distinta a la memoria, donde apoyarnos y crecer.
Bueno ya me he explayado bastante, así que simplifiquemos: me gusta este sitio, me ilusiona lo que escribo, me encantan las personas.
miércoles, 29 de enero de 2025
ÁNGELUS
A Antonio Machado
Sentado
en el columpio
el
ángelus dormita
Enmudecen
los astros y los frutos
Y
los hombres heridos
pasean
sus surtidores
como
delfines líricos
Otros
más agobiados
con
los ríos al hombro
peregrinan
sin llamar en las posadas
La vida es un único verso interminable
Nadie llegó a su fin
Nadie
sabe que el cielo es un jardín
Olvido.
El
ángelus ha fallecido
Con
la guadaña ensangrentada
un
segador cantando se alejaba.
Gerardo Diego
martes, 28 de enero de 2025
ÁNDEME YO CALIENTE...
Ándeme
yo caliente
y
ríase la gente.
Traten
otros del gobierno
del
mundo y sus monarquías,
mientras
gobiernan mis días
mantequillas
y pan tierno;
y
las mañanas de invierno
naranjada
y aguardiente,
y
ríase la gente.
Coma
en dorada vajilla
el
Príncipe mil cuidados,
como
píldoras dorados;
que
yo en mi pobre mesilla
quiero
más una morcilla
que
en el asador reviente,
y
ríase la gente.
Cuando
cubra las montañas
de
blanca nieve el enero,
tenga
yo lleno el brasero
de
bellotas y castañas,
y
quien las dulces patrañas
del
Rey que rabió me cuente,
y
ríase la gente.
Busque
muy en hora buena
el
mercader nuevos soles
yo
conchas y caracoles
entre
la menuda arena,
escuchando
a Filomena1
sobre
el chopo de la fuente,
y
ríase la gente.
Pase
a medianoche el mar
y
arda en amorosa llama
Leandro
por ver su dama,
que
yo más quiero pasar
del
golfo de mi lagar
la
blanca o roja corriente,
y
ríase la gente.
Pues
Amor es tan cruel
que
de Píramo y su amada
hace
tálamo una espada,
do
se juntan ella y él,
sea
mi Tisbe un pastel
y
la espada sea mi diente,
y
ríase la gente.
Luis de Góngora
1 Ruiseñor
lunes, 27 de enero de 2025
AMIGO MÍO
Amigo
mío, no soy el que te parezco. Lo que parezco es apenas un traje que
llevo, un traje cuidadosamente tramado que me protege de tus
preguntas y a ti de mi desinterés.
El
"yo" que hay en mí, amigo mío, vive en la casa del
silencio, y allí permanece siempre, inadvertido, inasequible.
No querría que creyeras lo que digo, ni que confiaras en cuanto hago, porque mis palabras no son sino tus propios pensamientos convertidos en sonido, y mis obras son tus propias esperanzas materializadas en actos.
Cuando
dices: "El viento sopla del Este", digo: "Sí, siempre
sopla del Este"; pero no quiero que sepas entonces que mi mente
no reside en el viento, sino en el mar.
Tú
no puedes entender mis pensamientos, hijos de la mar, ni me interesa
que lo comprendas.
Prefiero seguir solitario en el mar.
Amigo
mío, cuando para ti es de día, de noche es para mí; mas yo no dejo
de hablarte de la luz del día que baña las cimas, ni de la sombra
purpúrea que se abre paso por los valles; porque tú no puedes oír
las canciones de mi oscuridad, ni puedes ver mis alas agitarse
contras las estrellas; y no me interesa que oigas ni que veas lo que
hay en mí. Prefiero estar siempre sólo en la noche.
Cuando
tú subes a tu cielo, yo bajo a mi infierno. Y entonces me llamas a
través de abismo infranqueable que hay entre tú y yo: "¡Compañero!
¡Camarada!", porque no quiero que veas mi infierno. Las llamas
te cegarían y el humo te asfixiaría. Amo mi infierno si reservas,
hasta el punto de no permitir que lo visites. Prefiero estar siempre
en mi infierno.
Tú amas la Verdad, la Belleza, lo Justo, y yo digo para complacerte que estoy de acuerdo contigo y que está bien que ames esas cosas. Pero, en el fondo de mi corazón, me río de tu amor por ellas. Sin embargo, te oculto mi risa porque prefiero reír a solas.
Amigo mío, eres bueno, prudente y sensato; es más, eres perfecto. Y yo a mi vez, hablo contigo con sensatez y cautela, pero... estoy loco. Sólo que oculto con una máscara mi locura. Prefiero estar loco a solas.
Amigo mío, no eres mi amigo. Pero ¿cómo hacer que lo comprendas? Mi camino no es tu camino, y sin embargo caminamos cogidos de la mano.
domingo, 26 de enero de 2025
AMARRADO AL DURO BANCO
Amarrado
al duro banco
De
una galera turquesca,
Ambas
manos en el remo
Y
ambos ojos en la tierra,
Un
forzado de Dragut
En
la playa de Marbella
Se
quejaba al ronco son
Del
remo y de la cadena:
«¡Oh
sagrado mar de España,
Famosa
playa serena,
Teatro
donde se han hecho
Cien
mil navales tragedias!,
»Pues
eres tú el mismo mar
Que
con tus crecientes besas
Las
murallas de mi patria,
Coronadas
y soberbias,
»Tráeme
nuevas de mi esposa,
Y
dime si han sido ciertas
Las
lágrimas y suspiros
Que
me dice por sus letras;
»Porque
si es verdad que llora
Mi
captiverio en tu arena,
Bien
puedes al mar del Sur
Vencer
en lucientes perlas.
»Dame
ya, sagrado mar,
A
mis demandas respuesta,
Que
bien puedes, si es verdad
Que
las aguas tienen lengua,
»Pero,
pues no me respondes,
Sin
duda alguna que es muerta,
Aunque
no lo debe ser,
Pues
que vivo yo en su ausencia.
»¡Pues
he vivido diez años
Sin
libertad y sin ella,
Siempre
al remo condenado
A
nadie matarán penas!»
En
esto se descubrieron
De
la Religión seis velas,
Y
el cómitre mandó usar
Al
forzado de su fuerza.
Luis de Góngora
sábado, 25 de enero de 2025
ALZAOS POETAS
Es tiempo de milagros y maravillas, de cambios y esperanza a la distancia de un deseo formulado. Así pues, ¿dónde os escondéis poetas, profetas de la belleza venida y por venir? Alzaos y aliviad a los fantasmas de su dolorosa existencia, de toda pena y añoranza con la amabilidad de vuestro corazón.
¿No sentís que el odio poco a poco se apaga de voces de paz?
¿No sentís que los ríos de lágrimas se unen en un dulce mar?
¿No sentís que el tiempo es guiado por una bondadosa voluntad?
Poetas, alzaos, alejaos de las caricias de los muertos y acariciad la plenitud de la vida. No dejéis que las palabras se deshagan en tinta oscura. Demostrad la más poderosa valentía nacida de la verdad y el amor, desnuda, desafiante. Gritad “Yo soy poeta” y arrojaos hacia delante como si atronadoras olas os siguieran, que el mundo os contemple con asombro y luego cambie unido a vosotros por fuertes lazos.
viernes, 24 de enero de 2025
ALMA QUE VAS HUYENDO...
Alma que vas huyendo de ti misma,
¿qué buscas insensata en los demás?
Si en ti secó la fuente del consuelo,
secas todas las fuentes has de hallar.
¿Que hay en el cielo estrellas todavía
y hay en la tierra flores perfumadas?
Sí… Mas no son ya aquellas
que tú amaste y te amaron, desdichada.
Rosalía de Castro
jueves, 23 de enero de 2025
AL MIRAR EL MAR
La arena parece abandonada. El mar se aleja de las vallas y hierros del esqueleto de un hotel. El mar es el único amante del tiempo, el resto se acaba olvidando.
El profesor pronuncia mi nombre como si no tuviera importancia, una cruz más. No falta nadie, pero ya es mayor y su clase es tranquila.
– Sofía Milena.
Ella dice sí. No se permite otra respuesta. Su voz es amable. Se sienta delante de mí, casi donde termina la clase, el lugar reservado a los menos problemáticos. Podría dibujarla si los pupitres no estuvieran tan próximos. Tengo que cerrar los ojos. Es tan bella que resulta doloroso. Cabellos oscuros, cuello detallado por una cadena de oro. Sonrió al profesor.
– Estoy muerto y rematado.
– No deberías esforzarte tanto. Es sólo el fútbol de todos los días.
– Tú eres demasiado tranquilo.
– ¿Cómo iba a quitarle protagonismo a nuestra estrella? Si me pusiera a marcar goles seguro que te deprimías.
– Sí. Ya. Claro. ¿Vas a ir a la fiesta de Jorge?
– ¿Cuándo es?
– El viernes.
– No. No me ha invitado.
– Bah. Te pasas por allí y ya está. Van a ir todas las chicas interesantes.
– ¿Y eso?
– Luisa. Que suerte tiene el tío. Se ha llevado a la mejor de la clase.
– Dirás a la más populosa. Irán sólo sus amigas.
– No, se han apuntado en cadena. Ya sabes como va eso. Por cierto, todavía no me has dicho a por cuál vas.
– Ni te lo diré. Tengo buen gusto y no me gusta la competencia.
– Venga. No me seas traicionero.
– Bueno. Si tuviera que elegir… Tal vez Sofía no esté mal.
– ¿Sofía? Estuvo con Carlos. Está chiflada.
El mar no conoce el silencio. Su rostro es de esos que los pintores embellecen. Tienes la sensación de que no podrás comprenderlo por más que lo contemples. Es curioso como el viento hermana con el mar y el cielo.
No se escapan muchos murmullos del interior de las clases. Los pasillos son una dimensión agresivamente vacía. La hora de matemáticas no ayuda mucho. El profesor tiene una pose reflexiva. Mira todas las caras a la vez, no existe ese anonimato de grupo, por mucho que te repliegues cuando lleguen sus inevitables ojos. Sofía tensa sus hombros conteniendo la respiración.
– Juan. Sal a la pizarra a resolvernos el problema.
Siempre saca a quién cree que podrá resolverlo, salvo cuando quiere humillar a algún alborotador. No suele ser una buena idea.
La tiza es rebelde. Los números son una parodia amontonándose.
– ¿Ves dónde has cometido el error?
Están extrañados de que haya fallado. Sofía alza sus ojos inmensos profundizados por la pregunta. Me ve.
Siempre tienes la sensación al empezar un recreo y la misma al terminar. En el comedor te dan el mismo bocadillo envidia de los pobres y ladrón de minutos. Hay que estar hambrienta o socialmente moribundo para esperar en la heterogénea cola, pero te lo dan gratis si estás apuntado al comedor. Sofía no aparece nunca por allí.
Al terminar las clases hay un intervalo hasta que sirven la comida. Suelo estar en la biblioteca, soy encargado honorario, lo que concede ciertas ventajas a la hora de acceder a nuevo material. La clientela es reducida pero fiel.
Sofía come en el colegio, a una mesa de mí. Le gusta el pescado, el arroz y la comida sencilla, sin tonterías.
El sol es eterno. No importa lo que digan los cobardes que lo olvidan. El cielo es claro a su alrededor. Pocas son las nubes que se atreven a desafiarlo. No puedes evitar que te afecte el calor. No hay defensa, no es como el frío que puede ser domado.
– Oye. Antes, en matemáticas, ¿no lo habrás hecho a propósito?
– Es una clase aburrida.
– Siempre que te veo marchas por allí. ¿A dónde vas?
– Al mar.
– No te cansas de verlo.
– Es cuestión del ángulo. Pero en vacaciones no voy a la playa.
Las sonrisas son tan inesperadas. Nacen de nuestra propia definición. Nos resumen.
– Hoy mi padre viene tarde a recogerme.
– Los míos siempre lo hacen. No te preocupes aquí estoy yo para protegerte.
A veces no puedes controlar las palabras, pero con ellas es más difícil resumir la verdad.
– Gracias.
– Hay un sitio frente al mar. Unos trozos de piedra cortados por algún artista. Hay que escalar un poco pero son un buen asiento.
– ¿Vienes aquí al salir de clase?
– Sólo un rato mientras espero que se haga la hora. Es que no hay mucho más y el viento de mar refresca.
– Es cierto, ya lo noto. ¿Fumas?
– No. Pero tomo caramelos de eucalipto. Despejan la mente y refrescan el aliento. ¿Quieres uno?
– Sí, gracias.
– Aquí es.
– ¿Resbala?
– No lo permitiría.
Cerca. Nos sentamos en silencio mirando a la distancia para luego tratar de hablar de cualquier cosa.
miércoles, 22 de enero de 2025
AL FINAL DE UN LARGO DÍA
El día se endurece, se tensa con todos sus instantes y aún puedo sonreír y luchar por las cosas buenas. Puedo recibir un beso y chocar diez dedos de artista, puedo tomarme una tostada de azúcar y luego lavarme los dientes con pasta sabor a caramelo de menta y pensar acomodarme una barba blanca, puedo meter un ratito a mi bonsái, puedo encender la luz de mi habitación, puedo buscarle las cosquillas al pingüino de peluche y colocarle bien mis gafas de sol al cocodrilo amarillo, ver pasar una pelusa de nieve ante mi nariz, devolver sigilosamente un pantalón tomado prestado a mi hermano. Puedo sentir que la marea de la noche baja serena como la noche de un niño que pasó la tarde jugando a los barcos en la arena y pensar en ti que lees esto y desearte buenas noches y dulces sueños.
martes, 21 de enero de 2025
¡AH, DE LA VIDA!
"¡Ah de la
vida!"1...
¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños2
que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi
locura las esconde3.
¡Que
sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan
huido!
Falta la vida, asiste lo vivido4,
y
no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha
llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y
un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer,
junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de
difunto.
Francisco de Quevedo
1 Al entrar en una casa se llamaba desde el zaguán: “¡Ah de la casa!” Quevedo adopta esta fórmula para llamar a la vida (que juzga extinguida para él).
2 “¡Aquí de la justicia!” era el modo de pedir que esta acudiera a socorrer. El poeta pide que le asistan los tiempos pasados (antaños) que ha vivido.
3 Las locuras cometidas le han hecho perder el tiempo pasado y lo han hecho irrecordable.
4 Ahora ya le falta la vida, y sólo está presente el desgaste a que conduce lo que se ha vivido.
lunes, 20 de enero de 2025
A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ
Érase
un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa1,
érase
una nariz sayón2
y escriba3,
érase
un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal
encarado,
érase una alquitara4
pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón
más narizado.
Érase un espolón5
de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus
de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo
nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
Francisco de Quevedo
1 Superlativa: Muy grande.
2 Sayón: Enorme saya o falda.
3 Escriba: Intérprete de la ley de los judíos, grupo social que se caracteriza por su gran nariz.
4 Alquitara: Se compara la nariz con la forma curva y saliente de un alambique.
5 Espolón: Punta de hierro afilada y curva que llevaban los barcos antiguos para embestir a los buques enemigos.
domingo, 19 de enero de 2025
A UN OLMO SECO
Al olmo viejo,
hendido por el rayo
y
en su mitad podrido,
con
las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas
hojas verdes le han salido.
¡El olmo
centenario en la colina
que
lame el Duero! Un musgo amarillento
le
mancha la corteza blanquecina
al
tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual
los álamos cantores
que
guardan el camino y la ribera,
habitado
de pardos ruiseñores.
Ejército de
hormigas en hilera
va
trepando por él, y en sus entrañas
urden
sus telas grises las arañas.
Antes que te
derribe, olmo del Duero,
con
su hacha el leñador, y el carpintero
te
convierta en melena de campana,
lanza
de carro o yugo de carreta;
antes
que rojo en el hogar, mañana,
ardas
en alguna mísera caseta,
al
borde de un camino;
antes
que te descuaje un torbellino
y
tronche el soplo de las sierras blancas;
antes
que el río hasta la mar te empuje
por
valles y barrancas,
olmo,
quiero anotar en mi cartera
la
gracia de tu rama verdecida.
Mi
corazón espera
también,
hacia la luz y hacia la vida,
otro
milagro de la primavera.
Antonio Machado, 4 de mayo de 1912
sábado, 18 de enero de 2025
A MI BUITRE
Este buitre voraz de ceño torvo
que me devora las entrañas fiero
y es mi único constante compañero
labra mis penas con su pico corvo.
El día en que le toque el postrer sorbo
apurar de mi negra sangre1, quiero
que me dejéis con él solo y señero2
un momento, sin nadie como estorbo.
Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía
mientras él mi último despojo traga,
sorprender en sus ojos la sombría
mirada al ver la suerte que le amaga
sin esta presa en que satisfacía
el hambre atroz que nunca se le apaga.
Miguel de Unamuno
1 Hiperbatón : “apurar el postrer sorbo de mi negra sangre”
2 Señero: solo, solitario.
viernes, 17 de enero de 2025
ODA A LA VIDA RETIRADA
¡Qué descansada
vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la
escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios
que en el mundo han sido!
Que no le enturbia
el pecho
de los soberbios grandes el estado
ni del
dorado techo
se admira fabricado
del sabio Moro, en
jaspes sustentado.
No cura si la
fama
canta con voz su nombre pregonera
ni cura si
encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la
verdad sincera.
¿Qué presa a mi
contento
si soy del vano dedo señalado?
¿Si en
busca de este viento
ando desalentado
con ansias
vivas, con mortal cuidado?
¡Oh monte, oh
fuente, oh río,
o secreto seguro y deleitoso!
Roto
casi el navío
a vuestro almo reposo
huyo de
aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido
sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no
quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la
sangre ensalza o el dinero.
Despiérteme las
aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no a los
cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al
ajeno arbitrio está atendido.
Vivir quiero
conmigo
gozar quiero del bien que debo al Cielo.
a
solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de
odio, de esperanzas , de recelo.
Del monte en la
ladera,
por mi mano plantado, tengo un huerto,
que
con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra
en esperanza el fruto cierto.
El aire el huerto
orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles
menea
con un manso ruido
que del oro y del cero
pone olvido.
Téngame su
tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es
mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el
cierzo y el álbrego porfían.
La combatida
antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se
torna , al cielo suena
confusa vocería
y la mar
enriquecen a porfía.
A mí una
pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me
basta, y la vajilla
de fino oro labrada,
sea de
quien la mar no teme airada.
Y mientras
miserable-
mente se están los otros abrasando
con
sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la
sombra esté cantando.
A la sombra
tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto
el atento oído
al son dulce acordado
del plectro
sabiamente meneado.
Y como
codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura
desde
la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar
corriendo se apresura.
Y luego
sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el
suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas
flores va esparciendo.
Fray Luis de León
jueves, 16 de enero de 2025
QUERER ASÍ...
Querer así, desnudo entre los viejos muebles descarnados, entre los silencios de los muros a medio derrumbar, sobre los cansados cimientos que alguna vez fueron firmes. Querer así, como si nunca fuese a finalizar la madrugada para hacer llegar el día...
Querer así...
Víctor
miércoles, 15 de enero de 2025
A ENRIQUE MENÉNDEZ
Una
humilde corona,
dulce
Enrique Menéndez,
de
eternas siemprevivas
quisiera
entretejerte,
que
sobre tu sepulcro
calladas
balanceen
sus
espigados tallos
al
soplo del nordeste.
Tú
que amabas las flores
de
tu huerto obediente,
tu
huerto que en tu ausencia
tristemente
florece,
acéptame
estas pocas
florecillas
silvestres
regadas
de mis lágrimas
entre
mis manos leves.
Flores
de cada día
que
corté amargamente
de
mis pobres jardines
efímeros
y estériles,
flores
de cada hora
que
mi tierra me ofrece
para
adornar altares,
para
decorar sienes.
Y
qué ara más bendita
que
tu sepulcro agreste,
divina
jaula triste
sin
cantor que la alegre.
Y
a qué sienes ceñir
corona
de laureles
como
a estas tuyas nuevas
que
ya nunca encarnecen.
Aquí,
pues, te las dejo
desmayadas
y flébiles,
pero
a nadie le digas
que
hoy he venido a verte.
Los
días van pasando.
Van
pasando los meses.
Las
flores y los pájaros
han
pasado y tú no vuelves.
Te
arrancó de nosotros
la
burladora muerte,
y
desde entonces pisas
huertos
siempre perennes.
Abajo,
los poetas,
jardineros
terrestres,
cantamos
y cortamos
las
flores del poniente.
Las
del alba tú sólo
las
cosechas celeste,
del
jardín de la vida
tras
el mar de la muerte.
Te
fuiste tú y seguimos
torpemente
vivientes.
Qué
vergüenza vivir
cuando
los buenos mueren.
Toma
estas flores tristes,
dulce
Enrique Menéndez,
pero
a nadie le digas
que
hoy he venido a verte.
Gerardo Diego