martes, 25 de marzo de 2025

CÓMO HACERSE POETA

Quédate quietecito y con buenas maneras porque tu abuela te ha dado un libro para pasar la hora de la siesta. Es tan gordo que al pasar cada página te parece que estás haciendo ejercicio, no tiene tapas y es una mezcla coherente de ciencia, tebeo y literatura. En ese momento el límite del mundo deja de ser tu mirada pues descubres que más allá, hasta la misma luna, hay palabras.

Sal cada fin de semana a explorar las afueras de la ciudad. Cada vez que encuentres un bicho agáchate e intenta encontrarle alguna explicación. Tu padre conoce todos los secretos y te parece que sería muy fácil sobrevivir alimentándote únicamente con acederas.

Cuenta un cuento a tus hermanos en un largo viaje por la noche. Responde a todas sus preguntas. Las preguntas ayudan, las preguntas te encantan. Cuéntalo cada vez más suavemente, más lentamente, bajito. En silencio, intenta contar todas las estrellas que puedas. Duerme.

Levántate a las seis y media de la mañana tras ocho horas justas de sueño para seguir leyendo un libro que te ha ganado las lágrimas. Descubre que acaba mejor de lo que habías imaginado.

Apréndete de memoria la canción del pirata. Pero todavía no veas el mar. Todavía no. Ya. Han pasado cinco años. Míralo con timidez, pero no apartes la mirada. Es mucho más grande de lo que pensabas. Acepta que todavía no puedes abarcarlo.

Tu profesor de matemáticas te dice que cada ecuación es un mundo pero todas las que te enseña parecen tener solución. Te quedas con que cada persona es un mundo. Prestas mucha atención a los refranes y las historias que cuentan tus abuelos.

Toma las bellas palabras escritas en la carpeta de la chica de la que estás enamorado y repítelas cada vez que necesites ser valiente. Lee mucho, pero no poesía, hasta que cuatro versos contengan la novela que presentan.

Intenta comprender lo que es un haiku con la traducción de uno. Escribe tres en el camino a clase, dos en el borde de los apuntes de mecánica, otro en un trozo de papel del que podría salir una pajarita. Ese piérdelo. Cuando lleves cerca de un centenar busca lo que es un haiku. Plantéate estudiar japonés.

Empieza a pensar que aprobarás mecánica de fluidos el día en que el profesor encuentre un momento al eje del universo. Considera que tu única esperanza de futuro es escribir un best-seller. Cada dos páginas escribe un poema o un cuento.

Preséntate a algún premio con la convicción de ganar. Luego lee lo primero que escribiste. Aprende que los recuerdos duelen si no aprendes de ellos. Empieza a contar las sílabas, a medir los acentos, a cuidar la estructura, a recitarte. Después escribe lo que te apetezca y cómo te apetezca.   

Cómprate un cuaderno azul. Cuando llenes la mitad descubrirás que deberías de haberte comprado todos los que quedaban en la tienda. Escribe “una niña señala a su madre una fuente que suena como una catarata y después se sube a abrazar una estatua de bronce”.

Escribe “Cómo hacerse poeta” tomando la idea de “Cómo hacerse escritora” del libro “Autoayuda” de Lorrie Moore.

No hay comentarios:

Publicar un comentario