Bueno, pues hoy he visto “Operación Dragón” y os voy a contar un poco.
La película va de un chino con esquijama que mira revirao de pura sabiduría oriental, no se le escapa un “ay” en un concierto flamenco. Entonces se va a una isla a pegar a otros chinos pero a cascoporro, sin diferenciar chino bueno de chino asilvestrao. Atiza a los que escapan, pega en la cabeza a los que están estudiando…
El Bruslí se quita la camiseta y tú ya sabes que va a haber sobremesa. Y ahí van pasando los chinos, que ya no saben si aquello va por número o por vez, y venga de hostias por todos lados. No hay chino que no se lleve su patada en la tráquea. Que además ahí sabe cunfú hasta el de la propaganda.
También hay unos malos que uno tiene un gato y el otro es un negro con el pelo que parece un chupachús de estropajo, y un chino con las tetas colganderas.
En la misión Bruslí va despacito por los pasillos, de puntillas, como cuando ha venido Papá Noel, y además hace mucha filosofía y entre hostia y hostia te hace un teorema, que es lo que le da la calidad a la película.
El sonido está muy bien porque las guantás suenan como las de Bud Spencer, y las actuaciones son muy buenas porque Bruslí cada vez que suelta un rejostio hace el ruido de los monos de Faunia.
Te la recomiendo si te gustan las tetas colganderas o pegar en la cabeza a los que están estudiando.
-Ángel Sanchidrián
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