Júpiter y Mercurio, querían probar a las personas de un pueblo.
Lo que hicieron es, que en una noche de lluvia fueron por las casas pidiendo cobijo y comida. Fueron una a una llamando y en unas casas los echaban, en otras no les abrían, y así en todas menos en la última.
Llamaron a la puerta y sin pedir cobijo ni nada, la pareja de ancianos, Filemón y Baucis, que habitaban la casa, les hizo entrar a que se secasen y a cenar.
Filemón echaba el último taco de madera para avivar el fuego, mientras que Baucis preparaba la cena. A Filemón se le ocurrió matar a la oca para la ocasión. La fueron a buscar pero los dos dioses hicieron que sus ropas se secaran y fuesen dignas de dioses.
Los ancianos se dieron cuenta de que los dos forasteros, eran dos dioses. Entonces los dioses les brindaron de una cena adecuada, con muchas cosas. Los ancianos se dieron el festín más grande de su vida.
Los dioses castigaron al el pueblo, provocando un diluvio, y recompensaron a los ancianos haciéndoles un templo y nombrándoles los guardianes, y además les concedió el deseo de poder morir a la vez. Y, estando cogidos de las manos, se convirtieron en dos árboles unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario