Bueno, pues hoy he visto “Dirty Dancing” y os voy a contar un poco.
La película va de una chiquina que se va con su familia de campamento de verano a aprenderse una coreografía y tirarse al profesor de baile. A la muchacha le llaman “baby”, como a un cerdo de peluche, y la pobre es un tordo romero. Se lleva un poco mal con su hermana, que es tan tonta que no tiene cola porque se la mordería.
El campamento familiar es un desparrame: taller de pelucas, merengue, magia, julepe… Al límite. Están los yayos como en un ambulatorio. Y los trabajadores mientras tanto restregando la patata en sus barracas que aquello ya es restregar por restregar, porque después de 8 horas eso ya no da gustito, eso escuece.
El profesor de baile es más chulo que un pavo con los huevos de un caballo, y baila con la profesora de merengue como monos peleaos. Cada vez que bailan los demás se apartan por si les cae un zapatazo o un soplamocos, porque esos bailan a pata galope.
La Baby baila como mi madre en los cruceros, pero luego el profesor le enseña un baile que es pasitos de frente, pasitos de espalda, arrechucho que te pego, te hago la redondilla, cosquillas en la sobaca mora… Y un salto que tú te ves toda la película entera a ver si al final la lanza patrás y la escalabra, y que es lo que le da la calidad a la película.
El vestuario está muy bien porque son chanclas con calcetines y las tetas apoyadas en los pantalones, y la música es muy buena porque dan ganas de restregarte hasta con el marco de la puerta.
Te la recomiendo si te gusta jugar al julepe o bailar a pata galope.
-Ángel Sanchidrián
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